Los inmigrantes de Idomeni vuelven a los caminos para evitar su reclusión en los centros gubernamentales
- Apenas 2.800, un tercio de los que había en el campamento, han sido realojados
- Muchos otros intentan seguir avanzando hacia el centro de Europa por su cuenta
Durante meses han vivido en el campamento de Idomeni, pero esta semana han empaquetado sus pertenencias y se han echado a andar, hacia el campo o hacia una cercana gasolinera, con el objetivo de seguir su propio camino y evitar ser recluidos en uno de los centros que prepara el Gobierno griego para alojar a los inmigrantes y refugiados.
Después del desalojo de Idomeni, el campamento que se había convertido en uno de los símbolos de la crisis de los refugiados, tan solo un tercio de los casi 8.500 inmigrantes que albergaba Idomeni, unos 2.800, han sido realojados por las autoridades griegas, según la policía, mientras que el resto han decidido seguir intentado avanzar hacia el centro de Europa por su cuenta.
Algunos han levantado sus tiendas muy cerca, en la cercana localidad de Ezvoni, a unos seis kilómetros, y varias docenas se están asentando en un descampado cercano. Diar, un inmigrante sirio de 18 años, cuenta que este jueves se despertó con los agentes griegos instándole a que se subiera a uno de los autobuses que trasladan a los desalojados hasta los centros gubernamentales, aunque él ha preferido escapar.
Marcharse cómo sea
“Todo el mundo aquí está intentado encontrar a un traficante y marcharse de aquí“
"Estoy buscando un traficante [de personas]", cuenta. "Todo el mundo aquí está intentado encontrar a un traficante y marcharse de aquí, en avión o andando, o cómo sea".
Hasta 12.000 personas han llegado a estar alojadas en Idomeni, un campamento de tiendas surgido en la frontera entre Grecia y Macedonia ante el Greciacierre de la ruta balcánica de los refugiados, que seguían esperando su oportunidad para cruzar la verja y proseguir camino hacia el corazón de Europa.
Las autoridades griegas, en cualquier caso, no han ofrecido una cifra oficial de cuántas personas pueden haber abandonado el lugar por su cuenta. Por el momento, se han limitado a dar por terminado el desalojo: "La operación ha terminado", decía este jueves el ministro de Orden Público, Nikos Toskas, que destacaba que los inmigrantes están siendo trasladados, voluntariamente, según ha recalcado, a unas instalaciones mejores.
Un campamento por otro
Las organizaciones humanitarias, sin embargo, denuncian que los nuevos centros de acogida, que incluyen almacenes y naves en zonas industrials, no están plenamente operativos y exigen al Gobierno griego, que lucha contra la mayor crisis económica en la historia moderna del país, que mejore sus condiciones.
“No se trata solo de sobrevivir. Deben cubrir las necesidades báscias de los refugiados“
"No se trata solo de sobrevivir. Deben cubrir las necesidades básicas de los refugiados", señala Rowan Cody, coordinador de la región norte del Comité Internacional de Rescate. "La desesperación creciente está llevando a brotes de violencia y a un aumento de las enfermedades mentales. ¿Qué más puede soportar esta gente", se pregunta.
El Gobierno griego se justifica y señala que todavía hay más de 54.000 inmigrantes en su territorio, mientras las solicitudes de asilo se incrementan, lo que ralentiza todo el proceso: los inmigrantes deben permanecer bajo custodia a la espera de saber si se acepta su solicitud o, por el contrario, son expulsados del país.
En busca de un destino
Un refugiado sirio que ha dejado Idomeni y que se ha instalado en Evzoni con su mujer y sus dos hijas explica que no quiere ir a un centro de acogida oficial, porque le ha llegado que están masificados.
"No hay sitio para nosotros y no hay suficiente comida, ayuda ni medicinas. La agente se amontona unos encima de otros y, al mismo tiempo, existen los mismos problemas que en el anterior campamento", asegura.
“Todavía no sabemos cuál será nuestro destino“
"No quiero ir para amontonarme entre la gente; al final, todavía no sabemos cuál será nuestro destino", concluye.