El primer ministro japonés dice que el escenario económico actual es como el que había tras quebrar Lehman Brothers
- Shinzo Abe defiende políticas comunes de estímulos fiscales e inversión pública
- De la misma opinión, EE.UU.; Alemania apuesta por la disciplina fiscal
- El G7 constata que los emergentes se encuentran en una situación grave
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha asegurado este jueves a sus homólogos del G7 durante la cumbre de líderes que se celebra en Japón que el panorama económico actual se asemeja al escenario de crisis global que quedó tras la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers.
Durante la primera jornada de la cumbre, Abe sacó a relucir los últimos datos del Fondo Montetario Internacional (FMI) sobre los precios de las materias primas, en los que se aprecia una caída del 55% entre junio de 2014 y enero de 2016, en línea con el descenso observado entre julio de 2008 y febrero de 2009 tras el colapso del banco estadounidense.
Asimismo, el primer ministro japonés ha mostrado su preocupación por el menor ritmo de crecimiento de las economías de los países emergentes. "Los líderes del G7 expresaron su opinión de que las economías emergentes se encuentran en una situación grave, aunque hubo opiniones de que la situación actual no supone una crisis", ha declarado el viceportavoz del Gobierno de Japón, Hiroshige Seko.
Los líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido coinciden en su diagnóstico de la coyuntura económica, que definen como "de incertidumbre creciente" debido, además de las economías de los emergentes, a factores como la caída de los precios del petróleo.
Japón y EE.UU. apuestan por inversión y estímulos; Alemania, por disciplina fiscal
En declaraciones a la cadena pública japonesa NHK, recogidas por EFE, Abe ha explicado que durante el encuentro con los líderes de las otras seis economías más desarrolladas y de la Unión Europea (UE) quiso dejar clara la postura nipona sobre los riesgos que encara la economía mundial y cómo afrontarlos.
En este sentido, Japón, junto a Estados Unidos y Canadá, defienden que políticas comunes de estímulos fiscales e inversión pública, como las activadas después de la quiebra de Lehman, ayudarían a potenciar la demanda, que muestra síntomas de debilidad.
Reino Unido o Alemania, por su parte, se han mostrado más partidarios de la disciplina presupuestaria y de las reformas estructurales con vistas a incrementar la competitividad.
Se prevé que al término de la cumbre los líderes pidan incrementar las inversiones estatales y aplicar otros estímulos fiscales "de forma flexible y en función de la capacidad y la situación de cada país, con el objetivo de estimular la demanda, según explicó el portavoz de Exteriores del Gobierno nipón, Yasuhisa Kawamura. Al mismo tiempo, destacan la necesidad de hacer reformas estructurales y de promover una mayor apertura de los mercados con vistas a mejorar la competitividad, dijo en rueda de prensa el portavoz.