España, el quinto país de la UE con el precio de la electricidad doméstica más cara a cierre de 2015
- España es el tercer país con el gas más caro, tras Suecia y Portugal
El precio de la electricidad doméstica en España aumentó de media un 0,1% en la segunda mitad de 2015 respecto al mismo periodo del año 2014, según los datos publicados este viernes por Eurostat. En ese mismo período, el incremento medio en el conjunto de la Unión Europea (UE) fue del 2,4% y del 1,3% en la eurozona.
Según la oficina estadística europea, España es el quinto país de la UE con el precio de la electricidad doméstica más cara en la segunda mitad de 2015, con 23,7 euros por cada 100 kilovatios por hora (en 2014 era el cuarto). En 2015, fue superado por Dinamarca (30,4 euros), Alemania (29,5 euros), Irlanda (24,5 euros) e Italia (24,3 euros). La media europea se sitúa en 21,1 euros (22,1 euros en la zona euro).
Este alto nivel de precios se produce a pesar de que los impuestos en España son inferiores a la media europea. Los hogares españoles afrontan cargas fiscales del 21% (el IVA), muy por debajo del 69% de Dinamarca (donde en el último año la presión fiscal ha subido 12 puntos), del 52% de Alemania o del 50% de Portugal. La media de los impuestos en la zona euro es del 38% y en la UE del 32%.
En el recibo del gas, sin embargo, el precio medio bajó en España un 2,9% (frente a la caída del 3,4% registrada en el conjunto de la UE y el descenso del 1,7% en la zona euro). Pese a la bajada del precio doméstico del gas, en 2015 España ha pasado a ser el tercer país con el gas más caro tras Suecia y Portugal (en 2014 era el segundo).
Los precios de la electricidad incluyen impuestos y gravámenes
Los precios de la electricidad publicados por Eurostat se refieren a un hogar con un consumo anual de entre 2.500 y 5.000 kWh e incluyen impuestos y gravámenes (en el caso del gas, a hogares con un consumo anual de entre 5.600 y 56.000 kWh). Estos precios se ponderan por el consumo nacional de hogares para dar las medias de la Unión Europea.
La oficina estadística europea también señala que el precio final cobrado a los clientes depende de la estructura de las diferentes tarifas eléctricas y de los contratos que tengan los clientes con las compañías.
Los contratos normalmente contienen una serie de factores -incluidos los gastos fijos y los precios unitarios- que varían de acuerdo a la cantidad de electricidad consumida y a la hora del día en que se efectúe este consumo (un ejemplo de esto último es la tarifa nocturna).
En el caso de España, por ejemplo, una de las cosas a tener en cuenta que en el recibo de la luz pesa más la parte fija -que incluyen los peajes- que el consumo en los clientes acogidos al Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC). Los peajes también repercuten en el precio pagado por los consumidores en el libre mercado.