'Coutures', el retrato íntimo de la moda
- El Museo del Traje expone las fotografías de Joséphine Douet
- Las imágenes se relacionan con vestidos de distintas épocas
- Una mirada intimista al backstage de la Alta Costura
Dice Joséphine Douet que “la Alta Costura es el lugar de la locura disciplinada”. Una frase perfecta para describir la sensación de estar detrás de la pasarela, justo antes de que comience el desfile, entre vestidos de ensueño realizados por artesanos del bordado o el encaje en los históricos talleres de París.
Una locura maravillosa que, sin embargo, la fotógrafa muestra de forma intimista. Parece imposible aislar las prisas, el ruido y el estrés de los desfiles en una fotografía del backstage. Ella lo consigue.
Sus retratos parecen instantes robados, momentos en los que solo existen la modelo y la fotógrafa.”Es una constante en mi trabajo, tengo obsesión por la intimidad, por el ‘tú a tú’”, dice durante la entrevista en el Museo del traje de Madrid.
Allí se han instalado 22 fotografías realizadas en París durante distintas temporadas de la alta costura. Las imágenes se han colgado de las vitrinas para que se relacionen con los vestidos y trajes de la colección permanente del museo.
“Es muy importante trabajar con todo este patrimonio propio y que los fondos se conozcan fuera de aquí”, dice entre piezas de Fortuny, Balenciaga o Pedro Rodríguez. Joyas.
No ha sido una labor fácil. Joséphine Douet ha tenido que escoger entre un centenar de fotografías –algunas inéditas- pensando en el espacio, en los compañeros que tiene cada una de ellas en este precioso viaje por el tiempo y la moda.
“Ha quedado muy chic, muy elegante”, dice con orgullo. “Nada se pisa y todo dialoga, parece premeditado pero todo ha salido de forma natural y las fotos encajan perfectamente en cada vitrina”.
Muchas de las fotografías son en blanco y negro, con una gran fuerza y plasticidad, como la del último desfile de Alta Costura de Christian Lacroix, colocada entre vestidos y trajes de paseo españoles de los siglos XIX y XX.
Lleva a su espalda, y en el corazón, muchos años de experiencia. “Antes de la llegada de internet éramos cuatro fotógrafos y las modelos nos conocían”, cuenta. Sigue unida a la moda y ha saltado de París a Nueva York para trabajar junto a uno de los grandes de la moda española.
“El trabajo de Josep Font en Delpozo es maravilloso, hace vestidos increíbles pero todo te lo puedes poner”, destaca. Para ella, Font es especial. Por eso, cuando le preguntamos si le ve tomando las riendas de la casa Dior, responde: “Absolutamente”.
Hay una fotografía de un vestido de Font, de cuando presentaba sus colecciones en París, que se ha instalado en un lugar especial, con un armario y un espejo y prendas del estilo romanticista del XIX.
Dice que ahora la Alta Costura es muy comercial y plana y lamenta la ausencia de agujas osadas y maravillosas como Lacroix o Galliano. “Todos estamos esperando a alguien como John Galliano”, dice.
Valora positivamente el esfuerzo de Chanel por mantener vivos los talleres artesanales y de Viktor&Rolf dice que son otro concepto, una moda más intelectual, casi una performance.
“Yo no he visto llorar a nadie en un desfile de Viktor& Rolf pero sí en un desfile de Galliano”.
Habla de la falta de creatividad, cuestiona la labor de las escuelas de moda de las que dice que “matan la creatividad” y echa en falta que las modelos tenga ángel, que la moda sea poesía.
Cuando se le pregunta por galas como la del MET dice sin dudar: “Es un horror, una vergüenza, se hace sin cultura, con esas modelos borrachas haciéndose selfies junto a un maniquí, sin tener cuidado por si lo tiran”.
Eso sí, salva a Madonna. La más cuestionada de la gala. “Ella es una mujer ‘maquinada’, se ha moldeado en máquinas y es lo que quiso reivindicar con ese vestido”.
Dejamos a Joséphine Duet entre imágenes de un pasado maravilloso, sueños de un futuro mejor para la costura, la Alta Costura. Los desfiles, que se celebran en enero y julio, son la sublimación de la moda. Instantes únicos.
“La pasión que se junta en ese momento es irrepetible”, dice Douet.
La exposición, comisariada por Diego Alonso, de Mondo Galería, forma parte del calendario de PhotoESpaña 2016 y se podrá ver hasta el 18 de septiembre.