Investigan por la desaparición de Yéremi Vargas a un preso detenido por abusos sexuales
- Es propietario del coche al que se le relacionaba con la desaparición
- Está detenido por abusos sexuales en la zona donde desapareció Yéremi
Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han tomado declaración como investigado a un hombre, que se encuentra en prisión preventiva por pederastia, por su posible relación con la desaparición del niño Yéremi Vargas el 10 de marzo de 2007 cuando jugaba en un descampado cerca de su casa en la localidad de Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria), han informado a Efe fuentes de la investigación.
Se trata de un varón de 56 años, que en la actualidad está preso en Algeciras (Cádiz), y que ya fue investigado en su momento por su posible implicación con la detención ilegal, secuestro y homicidio de Yéremi Vargas
Fuentes de la Guardia Civil han confirmado que se trata de un hombre, natural de Gran Canaria, al que se detuvo en 2015 por un abuso sexual cometido también en Vecindario tres años antes, en 2012, que está en situación de prisión preventiva a la espera de juicio, y que es propietario del coche Renault 5 blanco al que se buscaba por su posible relación con la desaparición del menor.
Este hecho activó las alertas de los investigadores y a raíz de ahí incluyeron a este hombre entre los posibles sospechosos de la desaparición de Yéremy dentro del extenso número de perfiles que se estudiaron en la investigación. Sin embargo, no se encontraron indicios suficientes para incriminarlo.
Se negó a dar información a los agentes
La nueva investigación, según las fuentes consultadas por Efe, responde a los comentarios que el interno ha hecho en prisión en los que insinuaba que podía tener información sobre la desaparición de Yéremi.
Sin embargo, no ha sido hasta este martes cuando la Guardia Civil se ha personado en la cárcel de Algeciras en la que se encuentra esta persona y, tras leerle sus derechos, se le ha tomado declaración en relación al caso Yeremy.
Fuentes de la Guardia Civil han indicado que el sospechoso se ha negado a ofrecer información a los agentes, y no ha confesado los hechos ni ha acusado a nadie, por lo que los investigadores han tomado su testimonio con cautela, según las fuentes.
Pese a ello, el hombre, que se llama Antonio O., ha quedado formalmente investigado en la causa (la anterior figura de imputado). Se le imputan los delitos de detención ilegal y homicidio del niño. La Guardia Civil tiene conocimiento de que esta persona sí se ha referido el menor en varios ocasiones a su entorno más cercano, pues llevaba tiempo investigando a este hombre.
El sospechoso contó que vio a quién se lo llevó
Según fuentes próximas al caso, el sospechoso de la desaparición de Yéremi Vargas ha comentado en más de una ocasión en la prisión donde está internado que vio cómo se llevaron al niño canario y quiénes y se ha situado en el lugar de los hechos el mismo día de la desaparición.
El recluso está en prisión desde el año pasado, acusado de una agresión sexual en 2012 a un menor precisamente en la zona de Vecindario. Aunque en un principio se archivó el caso, un juez decidió reabrirlo y mandarle a la cárcel por aquel delito.
Los investigadores del caso Yéremi han analizado exhaustivamente su "modus operandi" y le tenían como uno de los objetivos de las pesquisas.
La pista del coche
La Guardia Civil, que tiene un equipo volcado en esta causa desde el primer día que se perdió de vista al niño, ha seguido a lo largo de estos nueve años diferentes pistas, que incluso le han llevado a investigar a ciudadanos británicos encarcelados en el Reino Unido por delitos sexuales que en aquellas fechas vivían en Gran Canaria.
Sin embargo, el caso parece haber dado un giro desde que se obtuvo una pista sólida sobre un coche que fue visto el día de los hechos en el lugar donde desapareció Yéremi, un solar situado junto a su casa donde solía jugar con otros niños.
La Guardia Civil solicitó la colaboración ciudadana para localizar al propietario de ese vehículo, mientras seguía trabajando otras líneas de investigación, que han dado como fruto la detención de otras personas por delitos sexuales en el sur de Gran Canaria, han precisado las fuentes consultadas por Efe.
Finalmente, la pista del Renault 5 condujo a un hombre nacido en 1960 en Gran Canaria que en la actualidad se encuentra en prisión preventiva en Algeciras (Cádiz) por otra agresión sexual y al que este martes se comunicó formalmente que se relaciona con el posible secuestro y homicidio de Yéremi Vargas.
Interior pide prudencia
El delegado del Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento, ha pedido "prudencia" y "paciencia" para permitir que la Guardia Civil pueda completar su trabajo.
En una declaración sin opción a preguntas, Hernández Bento ha rehusado concretar ningún dato sobre el sospechoso ni sobre la declaración que le tomó la Guardia Civil porque el caso está bajo secreto de sumario.
Sin embargo ha precisado que la identificación de esta persona está relacionada con las pistas recabadas respecto al Renault 5 blanco que fue visto en el lugar donde desapareció el niño y ha manifestado que la familia del menor está siendo informada de los avances que se han producido en la investigación.
Hernández Bento ha subrayado que la Guardia Civil viene trabajando en este caso desde hace nueve años, sin haber "cejado" en ningún momento, a pesar de que "durante determinados períodos pareciera que no se avanzaba" en la investigación.
Gracias a la colaboración ciudadana
El delegado ha citado como relevante la información obtenida la última vez que la Benemérita decidió recurrir a la colaboración ciudadana, el pasado 10 de marzo, cuando solicitó información respecto al Renault 5 que se encontraba en la zona donde jugaba el niño el día en el que fue visto por última vez.
"A raíz de ello, se recibieron más de 60 llamadas de ciudadanos con información respecto a ese vehículo. Once de ellas fueron atendidas de forma especial por la Guardia Civil, porque se dio verosimilitud a su información y, a partir de ahí, se abrieron nuevas líneas de investigación", ha señalado.
Hernández Bento ha recordado que, desde la desaparición del niño Yéremi, "han pasado muchísimas cosas", por lo que ha pedido a los medios de comunicación "paciencia" y "prudencia" para permitir que los cuerpos de seguridad puedan completar su trabajo. "La Guardia Civil va a seguir trabajando en la resolución definitiva de este caso, pase lo que pase con esta línea de investigación", ha apuntado.
La familia, "destrozada"
La familia de Yeremi Vargas está "destrozada" desde que recibió la noticia de que la Guardia Civil ha localizado a un sospechoso de la desaparición y posible muerte del menor, un antiguo vecino de su misma localidad al que ya habían visto observando a los niños que jugaban en el barrio.
"Mi padre lo conocía. Lo había visto mirando a los niños en el solar cuando estaba jugando", ha relatado este miércoles a los periodistas la madre de Yéremi, Ithaisa Suárez, a las puertas de la casa de la familia en Vecindario (Gran Canaria), junto al mismo solar donde hace nueve años se vio por última vez al pequeño.
La madre de Yéremi ha explicado que hace tres semanas la Guardia Civil le avisó de que había dado con un nuevo sospechoso. "Nos hemos sentido derrumbados. Ha sido horrible, hemos tenido que mantener silencio durante estas tres semanas. La verdad que muy estamos muy mal", ha confesado esta mujer.
Ithaisa Suárez ha remarcado que, por la información que ha recibido, muchos de los datos que se han recabado sobre el sospechoso, Antonio O., coinciden con las pistas que se manejaban sobre el caso, como la del coche que fue visto aquel 10 de marzo de 2007 junto al solar donde jugaba Yéremi Vargas.
Los parientes de Yéremi saben que el sospechoso vivía a apenas 50 metros de su casa y que procede de una familia desestructurada. "Muy mala gente, la verdad", resume Ithaisa.
La madre del niño cree que la Guardia Civil "tendrá más cosas" contra el sospechoso que las que se han publicado hasta el momento, pero ella mantiene la convicción personal, basada solo en sus propias intuiciones, de que "él solo no pudo hacerlo".
La familia de Yéremi se toma este giro en la investigación como "otro comienzo", consciente de que el equipo de la Guardia Civil que se ocupa del caso del niño "va a seguir investigando para saber qué ha hecho con él". Y no oculta sus temores: "Algo malo, la verdad, por los delitos que le van a investigar".