Francesc Homs, el último convergente en Madrid
- Tratará de frenar caída de votos de los convergentes en las últimas elecciones
- Repite como candidato en la primera y última vez que CDC concurre en solitario
- El Tribunal Supremo le investiga por su responsabilidad en la consulta del 9N
Fecha y lugar de nacimiento: 5 de septiembre de 1969 (Vic, Barcelona).
Estado civil: Casado. Tiene dos hijas, Laia y María.
Formación: Licenciado en Derecho.
En mitad de la autodefinición de Convergència de qué deja atrás y qué toma para los próximos años de singladura política, el partido liderado por Artur Mas vuelve a confiar en el lugarteniente del expresident catalán, Francesc Homs Molist (Vic, Barcelona, 1969), de nuevo rumbo a Madrid para defender el procés de Cataluña y la imagen del partido que quiere abanderar el actual soberanismo mientras se reinventa.
Soplan vientos de cambio en CDC, el partido que ha protagonizado la política en Cataluña en los últimos cuarenta años. Azotado por una crisis estructural, por los escándalos de corrupción (el caso Pujol, el caso de las ITV, el presunto cobro de comisiones ilegales...) y en medio de una legislatura catalana rumbo a lo desconocido, la repetición de las elecciones generales llega para los convergentes en plena metamorfosis y es ahora un desafío mayor para Homs de lo que era hace medio año.
En diciembre de 2015, Francesc Homs, que había dejado su cargo como conseller de Presidencia para ser el cabeza de lista de la coalición Democràcia i Llibertat, se presentaba con el deseo de que las del 20D fueran las "últimas elecciones a las Cortes que se convoquen en Cataluña". Llamado entonces a ser la pieza en Madrid de la partida soberanista que jugaba su partido desde Barcelona, ahora es el responsable de mantener a flote la nave de CDC.
Aun así, siempre en clave catalana, Homs se presenta en la capital del Estado con otro propósito: hacer valer "a precio de oro" los votos de Convergència tras unas elecciones sin mayorías absolutas. "Dicho de buen rollo", matizó en una entrevista en TVE, y aclara: "porque lo van a necesitar, a no ser que quieran nuevas elecciones al cabo de cuatro meses”.
Convergència, en solitario
Los comicios del 26J serán la primera vez en la historia que los convergentes se presenten solo con sus siglas a las urnas, al desligarse de Demòcrates de Catalunya y de Reagrupament, con quien concurrieron el 20D en la fórmula de Democràcia i Llibertat. Y también será la última, ya que a primeros de julio se celebrará el congreso que dará lugar a la refundación de CDC en un nuevo partido.
Así pues, Convergència volverá a competir por el voto catalán con ERC, su socio en la Generalitat, para poner freno a la pérdida de poder en las elecciones celebradas en los últimos años en Cataluña (salvó las apariencias en las autonómicas del pasado septiembre con la coalición de Junts pel Sí y consiguió mantenerse en la Generalitat gracias al apoyo de la CUP).
Y es que, si en las elecciones generales de 2011 CiU obtuvo el 29,35% de los votos (16 escaños), en diciembre de 2015 los apoyos a la lista convergente cayeron a la mitad, apenas el 15% de los votos y ocho escaños. Ese es el suelo en el que no quiere profundizar CDC, el límite para no hablar de una reedición del fracaso, toda vez que DiL se vio superada por Esquerra y la fuerza más votada en Cataluña fue En Comú Podem.
Investigado por el Tribunal Supremo
Pese a ser uno de los candidatos que más proporción de escaños perdió en las últimas elecciones, Homs repite como candidato, y lo hace apenas sin oposición interna, tras imponerse con claridad en las primarias, con el 78% de los votos de la militancia frente al 20% de su rival, Sílvia Requena, que quería representar a las bases pero era desconocida para el público.
Homs, aun con el apoyo de la dirección del partido y la bendición del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, llega a la nueva carrera electoral con otro obstáculo nada desdeñable, el de la investigación del Tribunal Supremo por su implicación en la preparación de la consulta soberanista de 2014.
El Supremo cree que pudo cometer delitos de desobediencia, prevaricación y malversación de caudales públicos y aprecia indicios de que "tuvo un comportamiento consciente e intencionado de indudable trascendencia" para garantizar la celebración de la consulta sobre la independencia pese a haberla suspendido el Tribunal Constitucional. Ya fue a declarar ante el TSJ de Cataluña por este tema en pleno período de negociaciones para la investidura.
Negociador y hombre fuerte de Mas
Esta imputación empaña las perspectivas de un político que, casi siempre como ‘número dos’, ha estado en su carrera en todas las negociaciones importantes que ha afrontado CDC en los últimos años y que ha ocupado los puestos de ‘fontanería’, esos cargos de confianza que engrasan las maquinarias de los partidos y que requieren fiabilidad.
Homs fue el ponente del Estatut catalán y negociador del texto en el Congreso para 2006 y ha estado en todas las negociaciones clave de CiU en los últimos años, entre ellas la que definió junto a Oriol Junqueras la creación de una candidatura conjunta y la convocatoria de unas elecciones plebiscitarias.
En 2010, fue nombrado secretario general de la Presidencia de la Generalitat. Cuando en 2012 Mas reorganizó el núcleo de sus hombres de confianza en CiU, el conocido en Cataluña como ‘pinyol’ (el hueso de la aceituna), hizo a Homs su lugarteniente al nombrarle portavoz y consejero de Presidencia. Abandonados sus cargos en el Ejecutivo catalán, sigue siendo vicesecretario general de Estrategia de Convergència -aunque ha dicho que no se postulará para ser un cargo de la dirección en el próximo congreso de julio-.
La situación se ha complicado en casa, ahora que el proceso independentista en Cataluña parece haber encallado al tener que someterse Puigdemont a una cuestión de confianza tras el verano por no haber podido aprobar los Presupuestos.
Por eso, más que nunca, para Homs "no hay nada más trascendente en estos momentos" que el camino hacia la autodeterminación. Pero deberá remar para que la marca política más emblemática del catalanismo no pierda más peso en lo que gestiona su pervivencia y la de su proyecto político más arriesgado.
Cabeza de cartel de una lista que cierra Mas
En las elecciones del 20D, el entonces aún presidente de la Generalitat en funciones y candidato a seguir siéndolo, Artur Mas, tuvo un papel destacado en la campaña electoral de DiL. Ahora, fuera del Ejecutivo y retirado de la primera fila política, el expresident mantendrá un papel simbólico cerrando la lista de CDC para el 26J.
Homs lidera la lista al Congreso por Barcelona seguido de Carles Campuzano, Lourdes Ciuró, Míriam Nogueras y Feliu Guillaumes. La penúltima posición, justo delante de Mas, la ocupará la candidata derrotada en las primarias, Sílvia Requena.
En cuanto al resto de provincias, los carteles para el Congreso son Antoni Postius (Lleida), Ferran Bel (Tarragona) y Jordi Xuclà (Girona).
Para el Senado, el periodista Miquel Calçada, que fue director desde la Generalitat de las celebraciones del Tricentenario, es cartel convergente por Barcelona, mientras que Joan Bagué lidera la lista por Girona, Carles Pellicer por Tarragona y Maite Rivero por Lleida.
CDC reducirá los gastos de la campaña un 30% con respecto a la de los comicios del 20 de diciembre, que ya fueron un 40% inferiores a los de anteriores elecciones.