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Liberan un oso pardo esloveno en el Pirineo para romper el monopolio reproductor de Pyros

  • Pyros es padre, abuelo o bisabuelo de casi todos los osos del Pirineo catalán
  • Se quieren evitar así problemas endogámicos en la población
  • Actualmente, se estima que en estas montañas viven entre 30 y 35 plantígrados

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Liberan un oso pardo esloveno en el Pirineo

El equipo técnico del proyecto Piroslife ha liberado con éxito en el Parque Natural del Alt Pirineu (Lleida) un nuevo oso pardo procedente de la Reserva de Caza de Jelen, en Eslovenia. La introducción de este nuevo plantígrado tiene como objetivo romper el monopolio reproductor del macho Pyros, un ejemplar también llegado de Eslovenia en 1997 que es el padre, el abuelo o el bisabuelo de casi todos los osos del Pirineo catalán, y evitar así los efectos que esto puede llegar a tener en el vigor reproductivo y en la mortalidad de los individuos de la zona.

Según ha informado el Departamento de Territorio y Sostenibilidad, el ejemplar liberado es un macho de entre nueve y diez años de edad, tiene un peso aproximado de 205 kilos y ha sido bautizado como Goiat, una palabra que, en la variante pallaresa, significa chico joven o soltero.

El traslado de Goiat ha estado monitorizado en todo momento por un equipo técnico, formado por nueve personas, que ha custodiado el animal desde su captura y lo ha transportado por carretera en las condiciones más adecuadas hasta que lo han liberado en terrenos del Parque Natural leridano.

El oso liberado lleva crotales en las orejas para facilitar su identificación en libertad, y también le han instalado emisores convencionales en los oídos, además de un collar emisor GPS que permitirá ubicarlo en todo momento y obtener mucha información sobre sus desplazamientos, hábitos y comportamiento. Asimismo, se le han tomado muestras para poder obtener su ADN y poder saber así en el futuro si se ha reproducido.

Cuando se agoten las baterías de los emisores, el oso se localizará mediante el seguimiento convencional, es decir, con los rastros dejados por el animal en sus desplazamientos habituales, como excrementos, huellas, pelos y otros indicios, además del trampeo fotográfico.

El oso pardo es una especie que a mediados de los años 90 estuvo a punto de extinguirse en los Pirineos, cuando sólo quedó un reducto de población en la zona atlántica, entre Francia, Navarra y Aragón.

La extinción habría representado, entre otros aspectos, la pérdida de una pieza básica en el ecosistema, y por ello, durante la segunda mitad de esa década, se desarrolló un programa LIFE, coordinado entre Francia y España, con Navarra, Aragón y Cataluña, para la reintroducción de esta especie.

Tres ejemplares eslovenos en 1996 y 1997

Así, en 1996 se introdujeron dos hembras, Ziva y Melba, y en 1997 un macho, Pyros, todos procedentes de Eslovenia. El origen fue seleccionado atendiendo estudios que demuestran que los osos balcánicos, del sur de Escandinavia, y los del sur y oeste de Europa pertenecen a una única línea genética, que se explica por el hecho de que se produjo un refugio durante la última glaciación en el sur de Europa. Estos ejemplares se adaptaron y tuvieron cachorros en la zona.

Actualmente se estima que en los Pirineos centrales viven entre 30 y 35 osos, de los cuales siete son machos adultos y diez hembras adultas, en edad reproductora.

Pyros, que ya tiene 27 años y se acerca a la senectud, se ha reproducido en 16 ocasiones entre 1997 y 2016 con seis hembras diferentes, y ha tenido 28 hijos conocidos.