Suecia prolonga hasta noviembre controles de identidad en frontera danesa
- Los viajeros desde Dinamarca deben mostrar una identificación válida
- La medida se aplica a las llegadas en tren, autobús y barco
- Suecia recibió el año pasado a 163.000 peticionarios de asilo
El Gobierno sueco ha decidido este jueves prolongar hasta noviembre los controles de identidad a quienes llegan desde Dinamarca en tren, autobús y barco, una medida introducida a principios de año para frenar el flujo de refugiados.
Los viajeros procedentes de Dinamarca deben mostrar un documento de identificación válido para poder entrar en Suecia y la responsabilidad recae en las propias compañías transportistas, según la norma temporal aprobada en diciembre por el Parlamento sueco.
"Los controles de identidad han tenido un efecto positivo para mantener el orden y la seguridad. Estimamos sin embargo que Suecia se encuentra todavía en una situación de riesgo donde son necesarios", ha señalado en un comunicado la ministra de Infraestructuras sueca, Anna Johansson.
No habrá pausas en los registros
Los registros continuarán sin interrupción todo el verano, después de que el Parlamento modificara ayer una cláusula que obligaba a un período de pausa de dos semanas. Además de esta medida Suecia mantiene desde el otoño pasado controles fronterizos aleatorios, al igual que Dinamarca, Alemania y Austria, entre otros.
Las autoridades comunitarias accedieron el mes pasado a la petición de esos países de aplicar una excepción al tratado de libre movilidad de Schengen apelando a la amenaza a la seguridad interna y poder prolongar así otros seis meses los controles fronterizos.
Suecia recibió el año pasado a 163.000 peticionarios de asilo, la cifra per cápita más alta en toda la Unión Europea y el doble que el año anterior, lo que hizo que el Gobierno en minoría de socialdemócratas y ecologistas pusiera fin a su tradicionalmente generosa política de asilo.
Suecia, el mayor receptor
En 2015, con 163.000 solicitantes de asilo, Suecia presentó la tasa más alta de la UE per cápita. Por su parte, Dinamarca recibió en el mismo año a 21.000 solicitantes, un tercio más que en 2014, aunque una cifra inferior a la del resto de países escandinavos.
El Gobierno liberal danés ha endurecido su política de asilo desde agosto con varias reformas, la última una polémica propuesta para confiscar dinero y objetos de valor a los solicitantes de asilo para costear su estancia y limitar la reagrupación familiar.
Otros países del área Schengen como, Alemania, Noruega o Austria, también han implantado controles en sus fronteras apelando a una cláusula especial que permite restaurarlos en caso de que exista amenaza para la seguridad interna.