Hablan los supervivientes de la masacre del club Pulse en Orlando

• La gran mayoría de las víctimas mortales era de origen hispano
• Supervivientes, familiares y médicos han hablado este martes con los medios
• Los médicos describen heridas por impactos de un arma de "gran calibre"
• Toda la información en el Especial Atentado en Orlando

Ángel Colón, superviviente de la matanza de Orlando, habla con la prensa

"Sentí los disparos sobre la chica que estaba cerca de mí, y me dije: soy el próximo, estoy muerto", rememoraba este martes Ángel Colón, de 26 años y origen cubano, uno de los supervivientes del ataque al club gay Pulse, en Orlando, que dejó 50 muertos y 53 heridos; la peor matanza con arma de fuego en EE.UU.

Colón habla con los medios desde el Centro Médico Regional de Orlando, al que fueron llevados la mayoría de los heridos en el club Pulse. El joven describe como fue herido "tres veces en la pierna izquierda", y que cuando "todos empezaron a correr" pasaron por encima de él, "rompiendo los huesos" de su otra pierna.

El superviviente describe como el agresor parecía "disfrutar" rematando a las víctimas. Afortunadamente, las balas "solo" alcanzaron su mano y su cadera, pero no le mataron. La policía le sacó a rastras "sobre un suelo lleno de cristales rotos", que cortaron su espalda. Aunque solo sintió "la sangre" de los cuerpos sin vida, recuerda.

Fotografías obtenidas de Facebook y distribuidas por Reuters, de seis de las víctimas del atentado de Orlando identificadas por la Policía. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Luís Omar Ocasio-Capo; Juan Ramón Guerrero; Eric Iván Ortiz-Rivera; Stanley Almodovar III; Edward Sotomayor Jr y Luis Vielma. REUTERS Reuters

Siguen hospitalizadas 27 personas, seis de las cuales en estado crítico, cinco en estado reservado y 16 estables, mientras que otros 11 se encuentran en otros hospitales de la zona.

Dos días después del atentado, las familias de los fallecidos y los heridos tratan de seguir sus vidas, mientras las autoridades investigan el entorno del presunto autor, Omar Seddique Mateeen. La gran mayoría de las víctimas mortales era de origen hispano, pues en la noche del sábado se celebraba la Noche Latina en el local.

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Los médicos: "Escenas de guerra"

En una rueda de prensa conjunta con una decena de médicos y enfermeras, desde el mismo lugar que Colón, el cirujano Michael Cheatham ha informado de que al hospital llegaron 44 personas, de las cuales nueve murieron poco después de ingresar, 27 están ingresadas y el resto fueron dadas de alta.

"Estamos contentos de que nadie haya sucumbido a sus heridas" desde el primer día, ha dicho el doctor, quien ha subrayado que hacen todo lo posible "para que se mantenga así". Sin embargo, ha mostrado su preocupación porque uno o dos de los pacientes en estado crítico, si se recuperan, como él confía, puedan tener grandes problemas.

Los médicos han calificado la situación que se vivió en el hospital el domingo de madrugada como una "escena de guerra", con personas con grandes heridas, principalmente en extremidades, el pecho y el abdomen, producidas por impactos de bala de un arma de "gran calibre".

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Reconocer los cadáveres, un duro trance

Uno de los fallecidos era el puertorriqueño Eric Iván Ortiz, que vivía desde hace nueve años en Orlando, donde su familia se enfrenta este martes a un "día duro", porque esperan que la funeraria les entregará su cuerpo. "Ningún familiar ha podido reconocer los cuerpos", explicó a Efe Frances Ortiz, hermana de la víctima.

Solo cuando vayan a la funeraria y vean los restos de Eric acabarán con la incertidumbre que todavía pesa sobre ellos. En caso de confirmarse la identidad, incinerarán sus restos y los llevarán a Puerto Rico, ha explicado.

Frances ha afirmado que Eric, el segundo de tres hijos, había dicho recientemente a varios amigos que tenía un "presentimiento" de que iba a morir de "manera trágica" antes de los 40: Tenía 36.

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"Yo voy a seguir pensando que sigue viviendo en Orlando y, como han pasado nueve años desde que se fue y nos habíamos visto pocas veces desde entonces, voy a seguir pensando que siguen pasando los años y no le he visto", dijo como una forma de afrontar esta situación.

Mejor suerte corrió Víctor Vallés, que pudo escapar de Pulse, aunque perdió a seis amigos, entre ellos Mercedes Flores y Amanda Alvear, las "más maravillosas personas del mundo, los mejores amigos que uno pudiera tener".

Vallés contó que estaba escondido y la policía le sacó de Pulse después de permanecer en el interior del local durante cerca de una hora, dejando atrás los cuerpos de sus amigos. Iris Febo, madre de Vallés, dijo este martes a Efe que están "batallando" porque su hijo está sufriendo mucho y casi no consigue dormir, por lo que buscan ayuda médica.