Gucci, el nuevo credo de la moda
- Milán presenta las colecciones para la primavera de 2017
- Toda la expectación se centra en Alessandro Michele, de Gucci
- El look uniforme y los detalles deportivos marcan las colecciones
“Influyente, innovadora y vanguardista, Gucci reinventa un concepto de moda totalmente contemporáneo. Tras la mirada del nuevo director creativo Alessandro Michele, la Maison ha redefinido el lujo en el siglo XXI, reforzando aún más su posición como una de las marcas de moda más deseadas del mundo”.
Este texto puede leerse en la web de la casa italiana. Es una declaración de intenciones y el 'cariñoso' abrazo de la casa al Michele, su diseñador, del que se ha llegado a decir que es el 'nuevo mesías de la moda'. Desde su primer desfile, en junio de 2015, las ventas han subido y la firma ha logrado seducir a nuevos clientes.
Gucci es ahora sinónimo de cambio, de revolución. Pero la casa quiere, además, que además sea sinónimo de lujo y artesanía. Al desfile ha asistido Jared Leto, un fiel seguidor de Michele, uno de los primeros en abrazar la nueva religión, resultado del efecto Gucci. El actor, que tiene un estrecho vínculo con la firma, llevaba una bomber personalizada para promocionar este servicio que se ofrece a los clientes.
Y no faltan en la pasarela, con apliques bordados por manos expertas que, también, decoran abrigos oversized en terciopelo azul. Muchos de esos bordados se hacen con pequeños tesoros y es que Michele dice sentirse como “como un pequeño arqueólogo que busca pequeñas cosas bonitas en la arena”.
El diseñador va y viene en el tiempo rescatando ideas, conceptos y estilos para unirlos, de forma forzada, en una propuesta ecléctica que se inspira en los exploradores y los viajes. Por eso vemos prendas de estilo vintage (decinonónico), jerséis marineros, pantalones pirata, trajes de seda estampada tipo pijama, quimonos…
Algunos de los looks ( de prendas mini en cuerpos de adolescentes) recuerdan a las propuestas de Hedi Slimane para Saint Laurent y ya son muchas las voces que ven en Michele al nuevo revolucionario de la moda. ¿Tendrá la misma influencia que Slimane? Es pronto para decirlo.
La colección presentada ahora, para la primavera de 2017, es una continuación de las anteriores y se enmarca en ese estilo retro y andrógino que tanto ha calado en la prensa pero… ¿lo adoptará la calle? Parece que sí, las ventas lo dicen.
Las dos últimas colecciones de Emporio Armani son fantásticas y esta nueva también lo es. En la primera salida del desfile vemos una camiseta negra con una huella digital estampada. Es la nueva identidad de la firma que se está renovando con elegancia.
La colección adora los tonos lisos, especialmente los negros, verdes oscuros y rojos. Tan solo vemos estampados abstractos, de aves y, claro, de huellas. Los tejidos tienen mucha personalidad y las cazadoras de piel van muy trabajadas.
Se aprecia un claro estilo deportivo, en prendas con elásticos y cremalleras, que rebajan la intensidad de la línea de sastrería. Vemos bermudas sobre medias elásticas, imitando a los corredores de running, y el punto, con golpes de color, tiene un nostálgico acento ochentero.
La colección, vista en su totalidad, es amplia de contenidos e intenta seducir a un hombre que vive distintas vidas; ya sea entre los hierros y el cemento de la ciudad, o entre las olas que acarician la arena de una playa.
Diesel Black Gold también trabaja con reinventar las prendas. El denim se decora con técnicas artesanales para aportar una nueva dimensión a cada pieza y el color, casi siempre en negro o blanco, se mezcla con un atractivo aire de modernidad.
Japón inspira muchas de las prendas y complementos, como chaquetas asimétricas que se anudan en el lateral o los cinturones que se retuercen en la cintura. Tonos amables, como el rosa o el azul claro tiñen looks de inspiración uniforme y camisas patchwork.
A la vista está. Milán se está reinventando. La moda italiana intenta dejar atrás algunos clichés y cambiar la imagen que se tiene de algunas de sus firmas más conocidas, como Dolce&Gabbana o Versace, que hicieron del logo un objeto de deseo.
Ahora ni logos, ni estampados ( o pocos). Las nuevas agujas siguen estilo Armani, potenciando la naturaleza de los tejidos y el carácter del patrón sirviéndose de tonos neutros, casi siempre cercanos a la naturaleza.
Verde, gris y beis marcan la paleta de colores en la que apenas caben negros y blancos. El total look o las superposiciones en un mismo color marcan tendencia y los estampados, pocos, se reinventan, apostando ahora por nuevas rayas y flores.
La estética del uniforme marca las siluetas y vemos prendas más anchas. Pantalones y camisas se amplían despegándose del cuerpo, casi siempre con patrones rectangulares. Milán logra desterrar los pantalones pitillo y las camisas slim fit.
Lo que sigue presente es el estilo deportivo pero reinterpretado. Ya no vemos prendas que parecen un chándal ni sudaderas de neopreno. Ahora se mezclan códigos de la sastrería clásica con prendas realizadas en tejidos tecnológicos.
Prendas que antes se guardaban en la mochila de un montañero ahora tienen su espacio en la maleta del hombre urbano que dibuja Milán. Un hombre inquieto de espíritu, pero relajado a la hora de vestir.