Hiroshi Sugimoto, el artesano de la fotografía conceptual
- La Fundación Mapfre en Madrid presenta una retrospectiva del autor
- Sugimoto invita a la reflexión en un juego que mezcla realidad y ficción
El japonés Hiroshi Sugimoto (Tokio, 1948) se define a sí mismo como un fotógrafo conceptual que defiende la artesanía de sus creaciones a través del virtuosismo técnico.
En esta línea, en la que el autor invita a reflexionar sobre la vida y la muerte y la frontera entre la realidad y la ilusión, se ha movido durante 40 años el trabajo de Sugimoto, considerado uno de los referentes de la fotografía contemporánea.
La Fundacion Mapfre exhibe en su sede madrileña Black Box (Paseo de Recoletos, 23. Del 23 de junio al 24 de septiembre), una gran retrospectiva que recoge parte del universo onírico del artista. La exhibición recala en la capital tras su paso por Barcelona.
Hiroshi Sugimoto también es conocido por ser el creador de Boden Sea, una litografía que acabó siendo la portada del disco de U2 No Line on the Horizon.
Inquietante preciosismo
El resultado de la creatividad del nipón, que se formó profesionalmente en EEUU, son impactantes fotografías de gran formato, siempre en blanco y negro "para convertir en reales la sombras”, en un canto a la belleza minimalista.
“Sugimoto lanza la reflexión de que el hecho de fotografiar lo que vemos lo convierte en realidad (…) sus imágenes son inquietantes y sorprendentes. Te da ganas de saber más sobre lo que hay detrás y nos indica que hay otra forma de acercarse a la realidad”, explica a RTVE.es Pablo Jiménez Burillo, director del Área de Cultura de la Fundación Mapfre.
En este juego en torno a la ficción convertida en verdad, el fotógrafo utiliza la cámara a modo de máquina del tiempo. Con su objetivo recrea paisajes de hace 2.000 años, vuelve a la vida a personajes muertos en sus sosías de cera o a animales disecados del Museo de Ciencias Naturales de Nueva York; también rinde tributo a la ciencia y a los fenómenos meteorológicos vía experimentación artesanal.
La muestra se articula en cinco secciones, dedicadas a cinco grandes series del artista, algunas en ejecución: Theaters [Cines] (1976-en curso); Lightning Fields [Campos de relámpagos] (2006-en curso); Dioramas (1976-2012), Portraits [Retratos] (1994-1999), y Seascapes [Paisajes marinos] (1980-en curso).
'Cines'
Esta serie iniciada en 1976 se encuentra en elaboración, y su objetivo es causar una reflexión sobre cómo el tiempo es relativo. Sugimoto fotografió cines clásicos y autocines dejando abierto el obturador de la cámara para provocar una sobreexposición en el negativo.
El resultado son instantáneas de rectángulos brillantes y luminosos en los que invita a meditar sobre cómo el largo metraje de una película se comprime en un solo instante o acerca de la fugacidad de la imagen animada. La luminosidad que despiden las pantallas también se interpreta como metáfora de la muerte. Nos habla del interés de Sugimoto por la arquitectura y los diseños estéticos del pasado.
'Campos de relámpagos'
La serie Campos de relámpagos supone un ejemplo de la reivindicación de Hiroshi Sugimoto de las técnicas artesanales.
Las preciosistas imágenes están captadas sin cámaras, y están formadas por los registros de rayos y descargas eléctricas en los negativos, dibujando el contorno de ríos o el cielo nocturno en un homenaje a la fotografía abstracta.
“Refleja una mirada limpia, justo lo contrario de lo que acabamos de ver, no es algo intelectual o pensado”, señala Pablo Jiménez Burillo.
Campos de relámpagos revela la fascinación de Sugimoto por la ciencia y los fenómenos de la naturaleza, poniendo en primer plano el vínculo que existe entre la experimentación propia del método científico y los métodos de la temprana fotografía del siglo XIX.
'Dioramas'
Dioramas (1976-2012) es la primera serie del artista y en ella usa la cámara a modo de máquina del tiempo. Reúne fotografías de paisajes prehistóricos tomadas en su mayoría en el Museo de Historia Natural de Nueva York.
Son imágenes de animales embalsamados y humanos primitivos que parecen reales, con las que el artista logra poner en entredicho la fiabilidad de la fotografía como prueba.
Ante la mirada asombrada del visitante cobran vida los lobos de Alaska o los pingüinos del Polo Sur, en un guiño a la falsedad que se vuelve real.
'Retratos'
Retratos (Portraits) (1994-1999) reúne fotografías de estudio de personalidades históricas moldeadas en cera, la mayoría procedentes del Museo Madame Tussauds de Londres.
La pieza principal retrata al rey Enrique VIII, pero la serie incluye figuras políticas y religiosas más recientes como Yasir Arafat o el papa Juan Pablo II.
Estas fotos de personajes, que en su mayoría murieron hace tiempo, son muy realistas y detalladas. Tratan de emular a retratos pictóricos pero generan una fractura entre lo animado y lo inanimado, creando un efecto desasosegante y siniestro. El propio Hiroshi Sugimoto ha manifestado que no le interesa fotografiar a los vivos.
“Cuando lo ves te llama la atención el exceso de realidad en las figuras de cera, y produce un efecto muy inquietante”, señala el director de Cultura de Mapfre.
'Paisajes marinos'
La exposición culmina con esta serie que, comenzada en 1980 y aún en desarrollo, recoge fotografías de paisajes primigenios de mar y cielo, que fusionan representación y abstracción, tomadas en diversos lugares del mundo como el Báltico o el Egeo.
Según ha expresado el fotógrafo, con estas imágenes quiso captar escenas que un hombre primitivo hubiese podido reconocer, así como reflexionar acerca de lo que nosotros compartimos hoy con aquellas visiones. Un viaje en el tiempo y en el espacio.