Rajoy cierra la campaña llamando a la "unión de votos y esfuerzos" para ganar a Unidos Podemos
- El PP finaliza su campaña en Valencia y Madrid apelando al "voto moderado"
- Insiste en que la "clave" es aglutinar el voto de quienes piensan igual
- Así ha sido el cierre de la campaña electoral del 26J, minuto a minuto
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Apurando hasta los últimos minutos del último día de caravana electoral, el presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP a la reelección, Mariano Rajoy, ha cerrado la campaña para las elecciones generales del 26 de junio pidiendo que el voto moderado vaya a su formación, para poder reunir los escaños necesarios para formar gobierno y, sobre todo, impedir que la unión electoral de Podemos e IU conquiste la Moncloa.
Voto útil al servicio de la matemática electoral bajo la que se recompondrán los bloques políticos tras estos comicios. Para Rajoy, la "clave" para ganar las próximas elecciones es "sumar a todos los que pensamos igual", porque eso se traducirá en "más votos, más escaños y en la garantía de que habrá un gobierno que siga marchando por la buena dirección".
"El gran tema es si en estas elecciones somos o no capaces de unir nuestros esfuerzos, porque al que une esfuerzos y suma, la ley electoral le ayuda, al que divide o resta la ley no le ayuda", ha explicado el líder del PP, quien, siguiendo en voz alta con sus cálculos, ha admitido que a lo mejor a los 'populares' les han faltado dos días de campaña, aunque confía en que les va a ir "bien" en las urnas.
Una vez más, como ha venido haciendo a lo largo de la campaña desde que los sondeos dan por casi seguro un 'sorpasso' de Unidos Podemos al PSOE, ha alertado de la posibilidad de que los primeros se conviertan en líderes de la oposición y tengan más posibilidades de llegar a gobernar, que sería "lo peor que le puede pasar" a España.
En su intervención, Rajoy ha subrayado el peligro que supone, a su juicio, la coalición de "radicales" y "extremistas", aquellos que "gracias a la generosidad ingenua y ridícula del PSOE gobiernan en Madrid" y que impiden proyectos urbanísticos en la capital o también en Barcelona.
En cambio, el candidato del PP ha pedido el apoyo de quienes creen en la igualdad de los españoles, la unidad de España, el proyecto europeo -mensaje más significativo que nunca en el histórico día del 'Brexit'- o la economía de mercado. Por esto último, ha insistido en que se necesitará "un gobierno responsable, con experiencia para superar las dificultades que vendrán" después de la decisión del Reino Unido de salir de la UE.
Frente al cambio prometido, la continuidad asegurada. Rajoy ha subrayado que "no es momento para hacer experimentos o prácticas, sino para que gente que se lo sepa coja el toro por los cuernos y continúe por una senda por la que no podemos volver atrás".
"España no cree en los adanes, cree en las reformas"
Ya hace días que Mariano Rajoy considera que su opositor natural es la coalición que encabeza Pablo Iglesias y no el PSOE, y al primero se han dirigido la mayoría de sus críticas, además de inutilizar el voto de Ciudadanos como un sufragio que no suma escaños y se los quita al PP o se los da a sus rivales. "España no cree en los adanes, cree en las reformas", ha afirmado, y frente a los que quieren "derogarlo todo", ha defendido que "lo bueno hay que mantenerlo y solo se cambia lo que no funciona".
Así, con estos mensajes, y calurosamente arropado, Rajoy ha cerrado una jornada cargada de actos con una noche de agradable temperatura en la plaza de Colón de Madrid. Jugando en casa, nunca mejor dicho, a pocos metros de la sede de su partido, en la aledaña calle Génova, rodeado de miles de simpatizantes de la Comunidad de Madrid que agitaban banderolas de España y del PP a los pies de la gran bandera española que ondea en la plaza.
Mientras decaía la tarde en Madrid y aguardaban las intervenciones de Rajoy, de la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, y la presidenta regional y de la gestora del PP de Madrid, Cristina Cifuentes, los seguidores del PP se distrajeron en un ambiente pachanguero y soportaron con entusiasmo el retraso gracias a la música pinchada por el DJ 'El Pulpo', también con música en directo y con los refrescos y gusanitos de un kiosko para la ocasión (las "chuches", que diría Rajoy).
Incluso pasaron un rato divertido pinchando música Pablo Casado, Jorge Moragas, Andrea Levy y Fernando Martínez Maíllo, además de una entregada vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría.
"España necesita un gobierno fuerte, no en prácticas"
Apenas tres horas antes, Rajoy empleó mensajes parecidos en el penúltimo mitin, en el anfiteatro del Parque de Cabecera de Valencia, donde pedía el voto para el "partido de la moderación" en aras de lograr para España "un gobierno fuerte, no en prácticas", porque "o hay un gobierno presidido por el PP o hay un gobierno nucleado en torno a radicales y extremistas que nada bueno han traído a España nunca".
Ante 2.500 personas que le coreaban "Mariano, amigo, Valencia está contigo", Rajoy dijo que "España necesita un gobierno fuerte y no un gobierno en prácticas". "Vamos a volver a ganar las elecciones, aunque a algunos les fastidie mucho", proclamó el presidente en funciones, aspirante a repetir en el cargo y no ser el único en la democracia española de una sola legislatura -más el epílogo de los últimos seis meses-.
Pide una victoria para los "moderados"
"Si los radicales y extremistas se han unido antes de las elecciones y eso les va a beneficiar, los moderados nos vamos a unir en las elecciones y va a ser la gente y los votantes los que nos den una gran victoria a los moderados españoles", ha vaticinado Rajoy.
Así ha cerrado el candidato del PP una jornada electoral que, tras las obligada comparecencia presidencial tras el 'Brexit', le llevó a un mitin-comida en Teruel en el que reflexionó sobre la prudencia necesaria ante referendos como el de Reino Unido, antes de terminar la campaña visitando las dos plazas electorales principales del PP, Valencia y Madrid.
A lo largo de estas dos semanas de ruta electoral, Rajoy ha recorrido 13 comunidades autónomas y se ha centrado en visitar localidades de pequeño y mediano tamaño, donde los populares detectaron que tenían más dificultades para captar apoyos. Su estrategia ha buscado afianzar los escaños conseguidos el 20D y, con su llamada al voto útil y moderado, atraer los apoyos de los votantes que antes lo fueron de Ciudadanos, al considerar que estos sufragios acaban "en nada".
El caso es que también hace seis meses, en vísperas de Navidad, el presidente en funciones cerraba el ciclo electoral de idéntica manera, de Valencia a Madrid, apelando al voto para evitar una coalición de izquierdas "que lleve a España a la ruina". Ahora, con idéntica letra, el PP trata de reescribir la segunda parte con un final diferente.