Al menos 125 muertos en un atentado reivindicado por el Estado Islámico en Bagdad
- La cifra puede aumentar debido al más del centenar de heridos
- Un suicida detonó el vehículo frente a una concurrida tienda de helados
Un atentado suicida con coche bomba perpetrado por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en una zona comercial del centro de Bagdad ha causado la muerte a 125 personas, la cifra más elevada de víctimas mortales en un solo ataque registrada este año, según han confirmado fuentes policiales a Efe. Un portavoz del Consejo Provincial de Bagdad eleva la cifra a 165 muertos y 168 heridos, en unas declaraciones recogidas por la agencia INA.
La explosión, perpetrada con un camión-frigorífico repleto de explosivos y metralla, tuvo lugar alrededor de la 01.00 hora local del domingo (22.00 GMT del sábado) frente a la conocida tienda de helados Yabar Abu al Sharbat, en el distrito de Al Karrada, donde la población es mayoritariamente chií.
Esta heladería es la más popular y antigua de la capital iraquí y estaba muy concurrida de madrugada debido a que durante el Ramadán, y más en verano, es habitual prolongar las noches en la calle a la espera del "suhur" (última comida antes del amanecer).
Según informó a Efe una fuente policial, 135 resultaron además heridas en este ataque, que provocó también graves daños materiales en la avenida principal de Al Karrada. Varias tiendas y vehículos quedaron destruidos y calcinados en esta zona comercial, blanco con anterioridad de atentados del EI.
El objetivo eran los chiíes
En esta ocasión, el EI asumió la autoría en un comunicado firmado por Wilayat Bagdad (Provincia de Bagdad) y difundido en las redes sociales, en el que aseguró que el objetivo eran los chiíes.
"En el marco de las permanentes operaciones de seguridad de los soldados del califato en la ciudad de Bagdad, el hermano muyahidín (guerrero santo) Abu Maha al Iraqui logró hacer estallar su coche bomba en una concentración de renegados (chiíes)", se indica en la nota.
El grupo terrorista advirtió de que "con el permiso de Dios proseguirán los ataques de los muyahidines contra los renegados".
Hasta Al Karrada se ha desplazado el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, quien afirmó que los terroristas "después de haber sido aplastados en los campos de batalla cometen ataques con explosivos en un intento desesperado".
Al Abadi ha prometido castigar a "las bandas terroristas que perpetraron el atentado" y mostró su confianza en que "la victoria está muy cerca", indicó su Oficina de Información en un comunicado.
Culpan a Abadi por la falta de seguridad
La población de Al Karrada recibió muy enfadada la visita del jefe del Gobierno, al que culpan de no proteger a los civiles de las acciones de los extremistas.
Decenas de ciudadanos lanzaron piedras y zapatos al convoy de Al Abadi e increparon al responsable al grito de "vete".
También de madrugada, otro coche bomba estalló en el mercado popular de Shalal, situado en la zona de Al Shaab, en el noreste de Bagdad y de población mayoritariamente chií.
Este atentado causó la muerte de un civil e hirió a cinco, además de causar destrozos en varios comercios, señaló la fuente policial consultada por Efe.
Incremento de los atentados
Los ataques terroristas han aumentado en los últimos meses en Bagdad, coincidiendo con retrocesos en el campo de batalla de los yihadistas.
El pasado 11 de mayo, el EI mató a 93 personas y dejó heridas a más de 160 en tres atentados perpetrados en dos barrios de mayoría chií y otro suní en Bagdad.
Seis días después, 45 personas fallecieron en una nueva ola de atentados en la capital, mientras que el 9 de junio una veintena pereció cuando un suicida al volante de un coche bomba detonó los explosivos en el barrio de Nuevo Bagdad.
El grupo extremista está acosado en Irak en su bastión de Mosul y otras zonas del norte del país, donde las fuerzas iraquíes han lanzado una ofensiva.
Los yihadistas sufrieron además un gran golpe recientemente, con su expulsión a fines de junio de la ciudad de Faluya, uno de sus principales y estratégicos baluartes, a tan solo 50 kilómetros al oeste de Bagdad.
Hace poco más de dos años, el EI proclamó un califato en los territorios bajo su control de Irak y Siria, donde llegó a dominar hasta un tercio y la mitad del territorio, respectivamente.