Urkullu pide a ETA su desarme en un año y al Gobierno pactar la política de presos
- El lehendakari afirma que el PNV no pone "líneas rojas ni vetos" a ningún partido
- Insta al Gobierno a adoptar una nueva política penitenciaria con 20 medidas concretas
El lehendakari, Íñigo Urkullu, ha instado a ETA a su desarme definitivo en un tope de un año y ha pedido al Gobierno español que comparta las propuestas del Ejecutivo vasco, especialmente sobre política penitenciaria y a aquellos partidos "con aspiración de gobernabilidad" tras las elecciones del 26J que quieran sentarse a hablar con los nacionalistas vascos les ha dicho saben que tienen encima de la mesa las propuestas de la 'agenda vasca'.
Urkullu ha lanzado ambas propuestas en la conferencia inaugural que ha impartido en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial, en el marco de los cursos de veranos de la Universidad Complutense.
Un curso sobre la convivencia de futuro en Euskadi que el lehendakari ha marcado con dos propuestas inminentes, el desarme definitivo de ETA y que los gobiernos vasco y español compartan propuestas para corto y medio plazo sobre víctimas, memoria, verdad y ámbito carcelario, entre cuyas medidas ha citado la transferencia de la política penitenciaria y el acercamiento de presos.
Un plan para el desarme de ETA
El fin de ETA, según ha destacado Urkullu, conllevaría un plan de localización y entrega de arsenales verificable por instituciones españolas, francesas o europeas, no necesariamente por el Gobierno vasco, aunque el lehendakari ha subrayado el papel que podría jugar la Ertzaintza.
"No ansía el Gobierno vasco que tengamos protagonismo; si alguien entiende que es competencia de otra administración la de proceder a la verificación, el Gobierno vasco manifiesta su voluntad política de colaborar con España, Francia, la Unión Europea o con agentes internacionales", ha sintetizado el lehendakari.
Ambas medidas, así como las propuestas del Plan de Paz del Ejecutivo vasco, algunas enfocadas a un plazo hasta 2020, forman parte de la llamada agenda vasca.
Nueva política penitenciaria con 20 medidas concretas
El lehendakari ha dejado claro, con todo, que el proceso "no está en manos sólo" de su Gobierno, pero también que hará todo cuánto esté en su mano para avanzar en él bajo el arco de influencia de tres actuaciones a realizar en un máximo de un año.
Primero, el desarme total de ETA; segundo, una nueva política penitenciaria que conste de 20 medidas concretas y que contribuya a instaurar "una normalidad penal", en lo que resultaría fundamental el traspaso de la competencia y el acercamiento de los presos a cerca de su domicilio familiar.
Como tercera actuación esencial ha remarcado el lehendakari llevar a cabo "una reflexión crítica sobre el pasado" dentro de dos premisas: la transparencia y la verdad.
Urkullu, por otro lado, ha indicado que todo lo que ha hecho su ejecutivo en la aplicación de su plan de paz, como forjar relaciones internacionales, ha sido puesto en conocimiento del Gobierno español, pues para él siempre ha sido esencial trabajar desde la lealtad.
Asimismo, ha considerado que algunas de estas propuestas entran en la responsabilidad de ETA y otras en la del Gobierno de Madrid, y a ambos les ha reprochado el "bloqueo" del proceso por sus posiciones que ha obligado al Ejecutivo vasco, según sus palabras, a moverse por la zona intermedia, apostando siempre por "un final ordenado de la violencia".
El PNV no pone "líneas rojas ni vetos" a ningún partido
En relación a un posible pacto para facilitar la formación de gobierno tras las elecciones del 26J, el lehendakari ha asegurado que desde el PNV no ponen "líneas rojas ni vetos" a ningún partido y que están dispuestos a hablar con todas las fuerzas, a pesar de que "desde sentarse a hablar a acordar hay un largo trecho".
Urkullu ha negado que haya tenido contactos con Mariano Rajoy y ha afirmado que no tiene "ninguna pretensión" de que los haya en un futuro cercano, aunque si el presidente del Gobierno en funciones le llama, le atenderá.
"Creo que España necesita un gobierno, y un gobierno con estabilidad. Se antoja difícil por la realidad de la relación política entre los partidos, porque las cosas no han cambiado nada en cuanto a vetos y líneas rojas", reconoció.
El presidente autonómico también ha dicho que confía en que haya un gobierno en España antes de las elecciones autonómicas en el País Vasco, para las que aún no hay fecha determinada. "Me gustaría que las formaciones políticas que tienen representación a nivel estatal tuvieran el terreno político despejado", explicó.