Rajoy rehúsa hablar del informe sobre la guerra de Irak que cuestiona a Aznar y Blair: "Ocurrió hace 13 años"
- Blair y Aznar habrían pactado para hacer ver que intentaban "impedir la guerra"
- Para Rajoy, sobre ese asunto ya hubo múltiples debates en el Congreso
- Trillo asegura que el Gobierno no ocultó información sobre la guerra de Irak
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha rehusado este jueves opinar sobre el informe 'Chilcot' que analiza la participación de Reino Unido en la guerra de Irak y cuestiona la actuación del entonces primer ministro, Tony Blair, y del expresidente del Gobierno español José María Aznar: "Ocurrió hace 13 años", ha apuntado Rajoy.
Rajoy ha comparecido ante los medios en el Congreso, donde ha acudido a entregar su credencial de diputado electo, pero ha evitado contestar a si estaba dispuesto a hacer algún tipo de autocrítica a la vista de que ese informe sostiene que el Gobierno del que él formaba parte pactó con el británico una estrategia de comunicación para intentar demostrar que "estaban haciendo todo lo posible para evitar la guerra".
El presidente se ha amparado en que no ha leído el documento aunque sí ha visto "algo en alguna televisión", como las palabras del exprimer ministro británico, y en que solo podrá opinar cuando lo haga. Eso sí, ha recalcado que los hechos que se analizan ocurrieron "hace 13 años" y que se trata de un asunto sobre el que se ha "debatido muchas veces" en el Congreso.
"Incluso hubo una comisión de investigación, no exactamente sobre eso, pero en la que eso apareció", ha añadido, en referencia a la comisión de investigación sobre los atentados del 11 de marzo de 2004 que se abrió en la Cámara Baja durante el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
El informe 'Chilcot', presentado el pasado miércoles, trata sobre las responsabilidades y protagonismo de Reino Unido en la guerra de Irak y concluye que la invasión de Irak se basó en información de inteligencia defectuosa, sin agotar las opciones de paz y sin justificar que Sadam Hussein tuviera armas de destrucción masiva.
El apoyo del gobierno español a la intervención bélica se plasmó en la cumbre de las Azores, celebrada en marzo de 2003, que reunió a los mandatarios Jose Manuel Durao Barroso, José María Aznar, George W. Bush y Tony Blair, y generó una ola de manifestaciones de repulsa en España.
Trillo afirma que no se ocultó información
Por otro lado, el embajador de España en Reino Unido y exministro de Defensa durante el Gobierno de Aznar, Federico Trillo, ha asegurado que el Ejecutivo de entonces no ocultó ni manipuló información sobre la guerra de Irak.
En una entrevista en Onda Cero, Trillo ha admitido que la información que recibieron sobre la presencia de armas de destrucción masiva en los territorios controlados por Sadam Hussein "ni era completa ni era verdadera".
Aunque ha admitido que el Gobierno español apoyó "de manera política" la entrada en guerra, ha subrayado que España "no estuvo en la guerra y no envió combatientes a Irak". "España no estuvo en esa guerra como combatiente ni hizo nada de espaldas al Parlamento", ha insistido Trillo.
También ha considerado que la prestación de apoyo político a Estados Unidos y Reino Unido derivó en unas consecuencias políticas "terribles" para el Partido Popular y el Gobierno de Aznar, aún cuando la implicación de España en la guerra "no era la mayor".