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Yihadismo en España

Uno de cada tres yihadistas detenidos integraba células dispuestas a atentar

  • La mayoría de los detenidos estaban en células de nueva generación
  • Varón joven español y marroquí, casado y con hijos, perfil del yihadista español
  • Ocho de cada diez detenidos se radicalizaron en Ceuta o en Barcelona

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La Guardia Civil detiene en Pinto (Madrid) a un presunto integrante de una organización que captaba y adoctrinaba yihadistas, el 3 de mayo de 2016.
La Guardia Civil detiene en Pinto (Madrid) a un presunto integrante de una organización que captaba y adoctrinaba yihadistas, el pasado mes de mayo.

Uno de cada tres yihadistas detenidos en España formaba parte de células o redes con capacidad operativa y dispuestas a atentar en el país, según pone de manifiesto el informe sobre el Estado Islámico del Real Instituto Elcano.

Los investigadores Fernando Reinares y Carola García-Calvo han presentado este estudio realizado con los perfiles de los 150 supuestos yihadistas arrestados en territorio español por las fuerzas de seguridad desde 2013 hasta mayo de este año.De ellos, el 86% pertenecía al Dáesh, el autoproclamado Estado Islámico.

Manadas de lobos más que lobos solitarios

El informe pone de relieve que el 94% de los detenidos participó en actividades relacionadas con el terrorismo de Estado Islámico en compañía de otras personas.

Dicho de otra manera, solo el seis por ciento se implicó en las actividades relacionadas con el Daesh de forma solitaria, y únicamente dos de ellos tenían intención de desplazarse a Siria o Irak para cometer acciones armadas, pero no como lobos solitarios.

Por lo tanto, en España estaríamos hablando de un fenómeno de "manadas de lobos, en lugar de lobos solitarios", ha subrayado Reinares.

Tres cuartas partes de los detenidos tenían algún contacto dentro de la organización del Daesh, mientras que el resto simplemente seguía su propaganda, ha abundado el experto. Del total de los detenidos, el estudio cifra en un 35,4% los que formaban parte de una célula, grupo o red con voluntad de atentar en España y en un 65% los que ya se habían desplazado a Siria e Irak para integrarse en el califato o habían tomado la decisión de hacerlo.

La principal motivación para implicarse en esas actividades terroristas es de índole ideológica y utilitaria, es decir, se integran con la idea de la Yihad como imperativo religioso y con el convencimiento de la recompensa que recibirán más allá de su muerte en una acción suicida.

El director del Real Instituto Elcano, Emilio Lamo de Espinosa (c), junto a los investigadores Fernando Reinares y Carola García-Calvo.

El director del Real Instituto Elcano, Emilio Lamo de Espinosa (c), junto a los investigadores Fernando Reinares y Carola García-Calvo. EFE

El yihadista español: hombre joven y con familia

Son ya varios los perfiles que Elcano ha elaborado sobre los yihadistas, pero en esta ocasión ha querido centrarse en aquellos que han sido puestos a disposición judicial desde 2013, año de creación del califato.

Un perfil que se corresponde con el de un hombre de entre 20 y 34 años, casado, con hijos, de nacionalidad española o marroquí (casi en la misma proporción), empleados en el sector servicios o en paro y casi en un 30% con estudios secundarios, aunque no es desdeñable el porcentaje (10%) con formación universitaria. Por ello, Elcano considera "simplista" afirmar que los yihadistas radicalizados en España sean principalmente inmigrantes o marginados.

Si hasta 2012 la mayoría de los yihadistas detenidos en España eran individuos nacidos fuera de nuestras fronteras, en la actualidad ya hay tantos nacionales españoles (45,3%) como marroquíes (41,1%).

De todos modos, como ha asegurado García-Calvo, las mujeres ya representan un porcentaje alto entre los detenidos y llama la atención que su media de edad sea bastante inferior a la de los hombres (22,6 frente a 31,6).

Y no solo eso, sino que también las mujeres suelen estar solteras porque en muchos casos las redes pretenden enviarlas a las zonas de conflicto para casarlas con yihadistas y darles hijos para extender el califato.

Con un 44,6% de ellos con antecedentes penales (por terrorismo u otras actividades como tráfico de drogas), muchos pertenecen ya a esas segundas generaciones de inmigrantes que, en su mayoría no tienen un conocimiento relevante del islam y la sharía (sólo un 11% lo tiene).

Aunque una abrumadora mayoría de los detenidos era musulmana de origen, existe un 13,9% de conversos, que suelen responder al perfil de joven procedente de familias desestructuradas y que han pasado por experiencias traumáticas o problemas de conducta o mentales en la adolescencia.

Ceuta y Barcelona, focos de radicalización

Aunque el lugar de nacimiento es en seis de cada diez casos Ceuta, es la provincia de Barcelona la que acoge a casi un 30% de ellos, por delante de la citada ciudad autónoma (22,1%) y la Comunidad de Madrid (15,3 %).

Prácticamente se repite esta estadística a la hora de localizar las detenciones, con el 27,3% en Barcelona, el 20,3% en Ceuta y el 16,7 en Madrid.

Solo una cuarta parte de los detenidos estudiados se había radicalizado antes de 2013, justo a partir del auge del Dáesh, y cuando tenían entre 15 y 29 años, si bien entre los 15 y los 19 se concentra la mayor parte de los casos de radicalización.

El estudio precisa que el 73,8% de los arrestados se radicalizaron dentro de España (sobre todo en Ceuta, Barcelona y Madrid), un 16,2% en territorio nacional y en Marruecos y solo un 10% en el exterior.

Internet no es el 'hábitat' de mayor radicalización

El documento del Elcano también contradice algunas ideas asentadas en la prensa y la opinión pública sobre el proceso de radicalización de los yihadistas. Es el caso del peso que se le atribuye a Internet y las redes sociales en este proceso.

Frente a la creencia general, no es internet el entorno donde más se radicalizan, ya que un 18,4% elige solo este ámbito, mientras que un 18,4% opta por mezquitas, domicilios, espacios culturales, etc... En un 52,7% lo hacen en ambos espacios, el online y el offline. Sólo un 6,7% se radicaliza en las prisiones. Y si lo hacen a través de las redes sociales, nueve de cada diez utilizó Facebook.

Además, ocho de cada diez se radicaliza en compañía y su "agente" de radicalización es un activista en un 38,3% de los casos o su entorno familiar (27,7%).

Respecto a esos vínculos de los detenidos, casi un 66% tenía lazos previos con otros arrestados o combatientes desplazados a Siria e Irak. Y cuando se analizan las relaciones familiares, llama la atención también la existencia de hermanos, como ha ocurrido en seis operaciones policiales.