La fiebre de Pokémon Go se extiende como una pandemia
- El juego para móviles se ha convertido en un acontecimiento mundial
- De momento, solo ha visto la luz en EE.UU., Australia y Nueva Zelanda
- Basado en el mítico juego de los 90, incorpora ahora "realidad aumentada"
El lanzamiento de Pokémon Go se ha convertido en un acontecimiento mundial que ha revolucionado el sector de los juegos para móvil. De momento, solo ha visto la luz en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, pero en menos de una semana ha registrado ya más de diez millones de descargas, y esta cifra no para de aumentar a ritmo vertiginoso. Aún no ha llegado a España y la demanda masiva, sobre todo en Estados Unidos, han colapsado los servidores de la compañía, lo que ralentizará aún más el proceso.
Para Nintendo, la mítica empresa japonesa que ha desarrollado la aplicación junto a Niantic, ha supuesto un revulsivo inesperado en un momento difícil, hostigada por la competencia feroz de otras videoconsolas y la proliferación de juegos en dispositivos móviles. Desde el lanzamiento de la aplicación, la empresa ha marcado su mejor registro histórico en la Bolsa de Tokio en más de tres décadas, con un incremento en su cotización de casi un 60%.
El juego se basa en su predecesor, que también causó furor a mediados de los noventa, pero ahora está enriquecido con la tecnología de los 'smartphones' y la posibilidad de la realidad aumentada (en la que los elementos virtuales se superponen el mundo real en la pantalla de los dispositivos).
Pokémon, pokeballs, pokestops...
Mediante la cámara, el GPS y el callejero los jugadores tienen como misión localizar y dar caza a los pokémon, que se encuentran repartidos por todos los rincones de la ciudad en la que viven, como calles, parques, monumentos... Por eso, este juego requiere de mucho movimiento, y caminar se convierte en algo esencial.
Una vez localizados, para capturarlos hay que apuntar con el teléfono móvil y lanzarles una pokéball, deslizando el dedo por la pantalla. Estas bolas son limitadas, y para proveerse de ellas hay que acudir a pokestops, que son puntos virtuales también repartidos estratégicamente por la ciudad, y en los que también se pueden obtener otros suministros importantes para el desarrollo del juego.
Los pokémon (de pocket monsters, "monstruos de bolsillo", en inglés) son criaturas fantásticas que el jugador debe coleccionar (Pokémon Go ha salido al mercado con 151 diferentes), entrenar y enfrentarlos entre sí en gimnasios virtuales, con el objetivo de mejorar sus características. Los gimnasios también hay que buscarlos, y suelen estar localizados en lugares representativos de las ciudades. Igual que se consiguen, los monstruos se pueden perder. El objetivo principal es tener cuantos más pokémons, mejor. Y además, bien entrenados.
Recomendaciones para los más pequeños
La descarga del juego es gratuita tanto en Android como en iOS, pero ofrece mejoras a través de micropagos, al estilo de otros juegos para móvil como Candy Crush. En este sentido, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido sobre los peligros que pueden derivarse de estos micropagos, además del gran consumo de datos que requiere la geolocalización. "Queremos llamar la atención porque, aunque se recomiende su uso a partir de tres años, se trata de un juego que invita a salir a la calle y en niños tan menores puede representar un problema", afirman desde la organización de consumidores.
Otra de las preocupaciones de la OCU es que el juego puede provocar un aumento en la factura mensual, porque "cuenta con una categoría 'premium' basada en micropagos", algo que "no se conoce bien, especialmente en el caso de los más pequeños".
Histeria en Estados Unidos
La sensación por el juego se ha hecho tan grande en Estados Unidos, que está a punto de superar a Twitter en términos de usuarios activos diarios de teléfonos con sistema Android. Allí, la histeria por el juego está cobrando tales dimensiones que ha habido departamentos de policía que han emitido advertencias a los jugadores para que adopten ciertas precauciones y no permitan verse tan absorbidos que descuiden su seguridad, algo que la aplicación advierte desde el primer momento.