La gasolina y el gasóleo se abaratan esta semana en torno a un 1%

• El litro de gasóleo cuesta de media 1,041 euros y el de gasolina 1,167
• Consulta la evolución del precio del petróleo y los combustibles
• La DGT prevé para este verano 84 millones de desplazamientos

La gasolina y el gasóleo se abaratan un 1%.

Los precios de la gasolina y del gasóleo se han abaratado en torno a un 1% esta semana después de que la cotización del petróleo haya perdido el nivel de los 50 dólares del barril. No obstante, el coste del litro de ambos combustibles se mantiene todavía por encima del euro.

En concreto, el precio medio del litro de gasóleo ha pasado a costar 1,041 euros, lo que supone un descenso del 0,85% respecto a la semama anterior, mientras que el de la gasolina se sitúa en 1,167 euros, un 1,26% menos.

De este modo, el precio medio de los carburantes de automoción se mantiene en sus mínimos de los últimos seis años por estas fechas, y dada la evolución del precio del petróleo no se prevén fuertes subidas en las próximas semanas, lo que beneficiará a los millones de conductores que se desplazarán por las carreteras españolas en el periodo estival.

Mejores previsiones para este verano

La DGT prevé para este verano 84 millones de desplazamientos de larga distancia entre este mes y el próximo, un 3,5% más que el año pasado, gracias, entre otros factores, a la mejora de la economía, a la reducción del paro, al aumento del consumo y a los baratos precios de los carburantes.

El barril de crudo de calidad Brent cotiza por encima de los 46 dólares, dos dólares menos que hace una semana. El año pasado por estas mismas fechas, el barril de Brent se intercambiaba a 62 dólares.

Los carburantes son más baratos en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,300 euros y en 1,336 euros, respectivamente. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,143 euros de media en la UE y 1,130 euros en la eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal en general.