Dos kilómetros arrollando transeúntes con un camión de 19 toneladas: así fue el atentado de Niza

• Mohamed Lahouaiej Bouhlel alquiló el camión tres días antes del ataque
• Condujo a toda velocidad por un paseo marítimo donde había 30.000 personas
• La policía acabó finalmente por abatirle en la cabina del vehículo
• Las claves del atentado en Niza || Especial sobre el atentado en Niza

Así fue el recorrido mortal del camión que arrolló a la multitud en Niza

El autor de la masacre de Niza, Mohamed Lahouaiej Bouhlel, recorrió más de dos kilómetros conduciendo el camión de 19 toneladas con el que arrolló a la multitud que se había congregado en el Paseo de los Ingleses para contemplar los fuegos artificiales con los que se cerraba la conmemoración de la fiesta nacional de Francia, antes de ser abatido por los agentes de la Policía.

El fiscal de la República, François Molins, ha ofrecido este viernes los detalles del ataque en una comparecencia sin preguntas en la que ha resumido el estado de las investigaciones sobre el atentado, en el que murieron 84 personas y otras 200 resultaron heridas, según el último balance oficial, un relato que, unido al testimonio de los testigos, permite reconstruir el ataque.

Así, Molins ha detallado que el camión fue alquilado el pasado lunes, 11 de julio, en Saint-Laurent-du-Var, una localidad vecina de Niza, y que fue aparcado en la zona occidental de la ciudad el miércoles 13 de julio, según han revelado las grabaciones de las cámaras de seguridad.

Este jueves, ya caída la noche, Bouhlel llegó hasta el camión en una bicicleta que dejó en la zona de carga del vehículo, para dirigirse hacia el este de la ciudad, con destino la Promenade des Anglais, donde unas 30.000 personas, residentes y turistas, se congregaban para ver los fuegos artificiales.

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Más de dos kilómetros de recorrido mortal

Hacia las 22:45 horas, entró en el célebre paseo a la altura del número 147, pese a las barreras y a los coches de policía que cerraban el paso en la calzada: el ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, ha explicado que se subió a la acera "de forma muy violenta".

“Se notaba que quería matar al máximo de víctimas. Iba deprisa. Era horrible“

A partir de ahí, condujo atropellando a la multitud: "Escuché un 'bum', me volví y ví al camión que embestía y gente que salía volando", cuenta a AFP Najate, una vecina de Niza de 52 años que estaba en el lugar. "Se notaba que quería matar al máximo de víctimas. Iba deprisa. Era horrible. Vi a un padre con su hijo de dos allos en los brazos. El pequeño estaba muerto", asegura.

Un motorista intentó, sin éxito, detener el avance del camión: "Intentó rebasarle e incluso abrir la puerta del conductor. Pero cayó y quedó bajo las ruedas del camión", explica Richard Gutjahr, un periodista alemán que contempló la escena desde el balcón de su hotel.

Boulhel se paró frente al hotel Negresco, donde mantuvo un intercambio de disparos con los agentes de policía. "Disparó varias veces contra tres policías cerca del hotel Negresco. Los policías replicaron y persiguieron al camión", ha relatado Molins, que ha añadido que Boulhel aún pudo conducir otros 300 metros más, hasta la altura del número 11 del paseo marítimo.

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Abatido por los agentes de policía

"Vi a dos policías disparar sobre el camión. Y entonces, el conductor pisó a fondo, aceleró y embistió en zig-zag", relata Gutjahr, que añade: "Después, hubo 15 o 20 segundos de disparos de varias armas".

Los agentes acababan de descargar sus armas contra la cabina del camión y Boulhel era finalmente abatido. "Los policías lograron neutralizarle con disparos a la altura del Palacio del Mediterráneo. El terrorista fue encontrado muerto en el asiento del pasajero", ha precisado el fiscal.

“Cientos de personas corrían en todos los sentidos. Algunas gritaban, otros lloraban... La gente estaba aterrada“

Detrás de él, Boulhel había dejado un rastro de muerte y pánico: "Cientos de personas corrían en todos los sentidos. Algunas gritaban, otros lloraban... La gente estaba aterrada. Unos se abrazaban mientras otros andaban al azar, como drogados, sollozando", rememora Valéry Hache, fotografa de la agencia francesa.

Después, comenzó el despliegue de ambulancias y de fuerzas de seguridad, los sonidos de sirenas en una noche que sumió a Niza en el caos y que volvió a enfrentar a toda Francia con el horror del terrorismo.