Tres policías mueren tiroteados en Baton Rouge en plena tensión racial en EE.UU.
- El detonante fue una llamada al 911 que podría haber sido una emboscada
- El atacante, un exmarine, ha sido abatido y se buscan dos posibles fugados
- En la ciudad murió hace dos semanas un joven negro a manos de la Policía
- Ésta y la muerte de otro negro iniciaron una ola de protestas por todo el país
- En una de ellas, Dallas, cinco agentes fueron asesinados
Al menos tres agentes de Policía han fallecido este domingo al ser tiroteados cerca de la Comisaría central de Baton Rouge, una ciudad en la que murió hace dos semanas un joven negro, Alton Sterling, al ser disparado por la Policía y que desató una ola de protestas contra el racismo. En una de ellas, la de Dallas, murieron cinco agentes disparados por un francotirador, también de raza negra.
El alcalde de la ciudad de Baton Rouge (Luisiana, EE.UU.), Melvin Holden, ha informado de la muerte de los tres agentes, de que otros tres se encuentran heridos (uno en estado crítico) y de que se están investigando las causas del suceso, que se da en un momento especialmente tenso en la ciudad. Los agentes pertenecen a la comisaría de Baton Rouge así como a la oficina del Sheriff de East Baton Rouge.
El portavoz de la Oficina del Sheriff de Baton Rouge, el sargento Don Coppola, informaba por la tarde de que uno de los atacantes murió en el tiroteo con los policías y que otros dos podían haber huido, sin mencionar nada de su raza, sexo o de sus presuntas motivaciones. La Policía rastreó luego la zona con un robot en busca de explosivos.
Horas más tarde, el coronel de la policía estatal, Mike Edmondson, ha confirmado la identidad del atacante abatido, Gavin Long, un exmarine de Kansas City que este mismo domingo cumplía 29 años, y ha informado que la policía también ha detenido a dos personas sospechosas de estar relacionadas con el ataque, aunque considera Long fue el único participante activo en el ataque.
El coronel ha asegurado también aseguró que ya no hay una situación de "tiroteo activo", lo que confirma no hay más sospechosos en fuga.
Todo apunta a una emboscada
Fuentes de la investigación aseguraron a la cadena de televisión CNN que los agentes habían recibido previamente una llamada que advertía de la presencia de "un individuo sospechoso armado con un fusil de asalto caminando por la carretera Airline", que pasa frente al cuartel policial.
A la llegada de los agentes, todos ellos adscritos al Departamento de Policía de Baton Rouge y a la Oficina del Sheriff del distrito este de la ciudad, comenzó el tiroteo, en lo que parecía una emboscada a los uniformados, según las autoridades.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, calificó de "totalmente injustificado" el ataque, que se produce en un momento especialmente tenso en la ciudad después de que en los últimos días se registrasen protestas por la muerte de una persona de raza negra a manos de la Policía durante una detención grabada en vídeo.
"Este es un ataque indescriptible e injustificado contra todos nosotros que se produce en un momento en el que necesitamos unidad y restañar heridas, dijo Edwards.
En total, y contando las muertes de de este domingo, 31 policías han caído víctimas de tiroteos en Estados Unidos durante este año, según la página en Internet Officer Down Memorial Page, que recopila el nombre de los agentes de policía muertos en acto de servicio.
Tensión racial desde la muerte de Alton Sterling
El pasado viernes tuvo lugar en Baton Rouge un multitudinario entierro para despedir a Alton Sterling, un afroamericano de 37 años que se dedicaba a vender cedés frente a un comercio y al que dos policías blancos le dispararon a quemarropa cuando ya lo tenían inmovilizado en el suelo durante su detención detenerlo.
Su muerte y la del afroamericano Philando Castile en Minesota, dos días después, también a manos de la Policía tras ser detenido en su vehículo por una infracción de tránsito, revivió las tensiones raciales en el país y provocó una ola de protestas lideradas por el movimiento "black live matters" (las vidas de los negros importan).
Ambos incidentes, que han sido enmarcados por los activistas negros en una ola de violencia policial contra los afroamericanos, fueron registrados en vídeos y posteriormente divulgados por las redes sociales y medios de comunicación, lo que generó indignación.
En medio de esta situación de tensión racial, las autoridades policiales ya habían advertido sobre amenazas contra la seguridad de los agentes locales que consideraban "creíbles".
De hecho, el pasado martes la policía de Baton Rouge había informado de la detención de tres personas que habían robado armas supuestamente para atentar contra uniformados.
Los detenidos, tres jóvenes de 13, 17 y 20 años, habían asaltado una tienda de armas el fin de semana previo, y uno de ellos confesó que tenían intención de matar a uniformados de Baton Rouge en represalia por la muerte de Sterling, según la policía.
El acto recuerda a la matanza de Dallas
El presidente de EEUU, Barack Obama, ha condenado el atentado y ha asegurado que "no hay justificación posible para la violencia contra los agentes de la ley".
"Condeno en los términos más fuertes el ataque contra los agentes de la ley en Baton Rouge", ha dicho en una declaración emitida por la Casa Blanca, en la que recordó que esta es la segunda vez en dos semanas que se produce un incidente de este tipo, tras el asesinato de cinco agentes el 7 de julio en Dallas (Texas) por un individuo que dijo que su objetivo era matar "policías blancos".
"Por segunda vez en dos semanas, los agentes de policía que ponen sus vidas en riesgo cada día por nosotros, estaban haciendo su trabajo cuando fueron asesinados en un ataque cobarde", dijo Obama en su declaración.
El ataque de Dallas se produjo durante una protesta que, al igual que ocurría en otras grandes ciudades de EEUU como Nueva York, Los Ángeles o Atlanta, protestaban por los últimos incidentes de violencia policial con tintes raciales registrados en el país.
Estados Unidos ha vivido repetidos episodios de tensión racial en los últimos tiempos, especialmente tras la muerte en Ferguson (Misuri) en agosto de 2014 del joven negro Michael Brown a manos de un agente blanco que luego fue exonerado de todos los cargos.
Obama ha llamado a la unidad del país. "Tenemos nuestras diferencias y no son nuevas, por eso es tan importante que todo el mundo ahora se centre en las palabras y acciones que puedan unir más fuerte a este país", ha sentenciado Obama, insistiendo, en referencia a Donald Trump, que ha cuestionado el liderazgo de Obama tras la matanza, que EE.UU. no necesita "retórica inflamatoria".