Múnich recupera la normalidad con banderas a media asta y gran presencia policial
- Un germano iraní de 18 años mató a nueve personas, hirió a 16 y se suicidó
- La Policía ha registrado su vivienda y ha interrogado a su padre
- "Fue un sólo atacante y está muerto. Ya no genera ningún peligro", afirman
La ciudad alemana de Múnich trata de regresar este sábado a la normalidad tras el horror y nerviosismo de las últimas horas, provocado por el tiroteo protagonizado por un germano-iraní de 18 años, que causó nueve muertos y luego se suicidó, provocando que se activase la alarma antiterrorista en la capital de Baviera.
"Fue un sólo atacante y está muerto. Ya no genera ningún peligro y eso es ahora lo más importante para nosotros", dijo hoy el jefe de la Policía muniquesa, Hubertus Andrä.
Se trataba de un parte de relativa tranquilidad tras una noche de nervios en la que se habló de hasta tres atacantes y se declaró la alarma terrorista, aunque posteriormente se ha llegado a la conclusión de que se ha tratado de un acto de un individuo aislado.
El cuerpo del joven, que usó una pistola, fue hallado en una calle aledaña del centro comercial donde se produjo el tiroteo, con signos claros de suicidio, señala la policía, que por el momento no ha informado de los motivos del ataque.
Luto por las víctimas
El primer ministro bávaro, Horst Seehofer, ha ordenado izar las banderas en Baviera a media asta y en las proximidades del centro comercial algunos ciudadanos han comenzado a depositar flores y encender velas en memoria de los fallecidos. Se ha decretado un día de luto nacional.
La presencia policial sigue siendo fuerte en los alrededores del lugar del ataque, que se produjo ayer sobre las 15.50 GMT y mantuvo durante horas en vilo a las fuerzas policiales de la ciudad, hasta que poco antes de las 00.00 GMT del sábado se desactivó la alarma.
Funcionan con normalidad el metro y el resto de transportes públicos, que permanecieron suspendidos durante el periodo de alerta.
La policía ha dicho que actualmente no hay razones relacionadas con la seguridad para no moverse libremente por Múnich ni para dejar de visitar la ciudad.
Sin embargo, en la calle no se ve mucha gente y muchos actos han sido cancelados, como una fiesta en la zona peatonal para conmemorar el aniversario de la ley de la pureza de la cerveza alemana, lo mismo que un festival de música como muestra de que no es momento de celebraciones.
Por otra parte, entre los muniqueses, desde anoche, se ha desatado una ola de solidaridad y a través de las redes sociales hay quienes anuncian que las puertas de sus casas están abiertas para quienes necesiten compañía tras el trauma de la noche. En todo caso, el temor sufrido anoche todavía está presente en muchos de los habitantes de la capital bávara.
Muriel, española residente en Múnich, ha explicado a Efe cómo el miedo se extendió rápidamente en toda la ciudad con las primeras noticias del tiroteo: "Estaba a punto de salir de casa para ir a cenar el centro y una amiga me llamó para decirme 'no salgas'".
A partir de entonces, como la inmensa mayoría de la población de la ciudad, de alrededor de 1,4 millones habitantes, se quedó en casa pegada al teléfono y a las noticias.
"Estábamos totalmente asustados", rememora recordando las informaciones que se sucedían sobre tiroteos en distintas partes de la ciudad, todas falsas.
"Siempre habíamos pensado que en Múnich no pasaría nada, que sería en Berlín", apunta recordando el "pánico" desatado ante el convencimiento generalizado de que se trataba de un atentado terrorista, aunque finalmente el autor era "un niño con problemas".
Confusión en los primeros momentos
La policía, a partir de declaraciones de testigos, partió inicialmente de la base de que había tres autores del tiroteo e incluso se habló de que habían utilizado armas largas.
La sospecha de que había otros dos atacantes surgió del hecho de que dos personas salieron en un coche a toda velocidad del restaurante de comida rápida en donde empezaron los tiros.
Posteriormente, la policía pudo encontrar a esas dos personas y descartó su participación en el suceso.
Sin embargo, con la idea de que los autores se habían dado a la fuga y estaban fuertemente armados se pidió a los ciudadanos que evitaran los lugares públicos, que regresaran a sus casas, se evacuó la estación central y se interrumpió el transporte público.
El nerviosismo hizo que a través de las redes sociales circulasen rumores sobre tiroteos en otras partes de la ciudad, ninguno de los cuales fue confirmado.
Motivos del ataque
Las hipótesis sobre la motivación del crimen empezaron a barajarse, sin que la policía quisiera inicialmente descartar ninguna, y estas iban desde la idea de un trasfondo yihadista hasta la de un atentado de la ultraderecha. Incluso se baraja que sea un trastornado mental.
De momento se sabe que el presunto autor era un joven de 18 años germano-iraní, con doble nacionalidad, y sin antecedentes penales. La policía ha registrado su vivienda y ha interrogado a su padre. Del domicilio ha requisado un ordenador y documentación para la investigación, informa el corresponsal de RNE en Berlín, Fernando Martínez.
En un vídeo que circuló por las redes sociales se escucha decir el autor del tiroteo que es alemán, que nació en el país y que vive en una zona con alto porcentaje de receptores de ayuda social.
Según informaciones del canal privado de noticias n-tv, los vecinos describen al autor del tiroteo como un joven tranquilo que trabajaba ocasionalmente como repartidor de periódicos y con pocos contactos.