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El avión Solar Impulse II completa la vuelta al mundo con su llegada a Abu Dabi

  • Concluye un viaje de 17 etapas, 43.000 km y más de 500 horas de vuelo
  • Tras su paso por Sevilla, completó la última etapa entre El Cairo y Abu Dabi
  • "No es solo un logro en la historia de la aviación, sino en la historia de la energía"

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Imagen del Solar Impulse II en su despegue desde El Cairo
Imagen del Solar Impulse II en su despegue desde El Cairo

El avión Solar Impulse II, movido únicamente por energía del sol, ha completado este lunes la vuelta al mundo tras aterrizar en el aeropuerto internacional de Abu Dabi a las 4.05 hora local (02:05 hora peninsular), de donde partió en marzo de 2015. Culmina así una histórica vuelta al mundo que ha dado propulsado únicamente con energía solar.

Tras un vuelo de 48 horas con origen en El Cairo, el piloto suizo Bertrand Piccard superó la última etapa y aterrizó en suelo emiratí, donde le esperaban cientos de personas en una madrugada con temperaturas por encima de los 35 grados centígrados.

A pie de pista se encontraba su compañero André Borschberg, el piloto también suizo que tomó los mandos del avión solar el 9 de marzo de 2015 para comenzar esta hazaña en el mismo aeropuerto donde esta jornada aterrizó Piccard.

"Este momento es muy especial para nosotros, hemos completado este viaje paso a paso y estamos muy emocionados con la llegada a Abu Dabi", ha dicho Borschberg a Efe en el aeródromo de Abu Dabi, donde se les brindó una recepción en la misma pista, en la que estuvieron el príncipe Alberto de Mónaco y el jeque Sultán Al Jaber, ministro de Estado de Emiratos y presidente de Masdar, el instituto de energías renovables en el que se ensambló el avión solar.

La vuelta al mundo sin combustible

El Solar Impulse ha completado en este tiempo una travesía de 43.041 kilómetros, en 17 vuelos, para lo que ha necesitado 23 días completos de vuelo -558 horas y 6 minutos exactamente- sobrevolando el mar de Arabia, India, Myanmar, China, los océanos Pacífico y Atlántico, Estados Unidos, el sur de Europa y el norte de África. Y todo ello sin gastar una sola gota de combustible.

La ligera aeronave, equipado con más de 17.000 células fotovoltaicas, está fabricada con fibra de carbono, pesa igual que un automóvil familiar vacío y se sustenta gracias a una envergadura alar mayor que la del Boeing 747.

Su velocidad de travesía se sitúa entre 45 y 90 kilómetros por hora y alcanza una altura máxima de 8.500 metros.

Su aterrizaje supone la culminación de más de diez años de cálculos, simulaciones y pruebas que los miembros del equipo no dudaron en celebrar con pancartas, en una de la cuales se podía leer: "40.000 kilómetros sin combustible, un logro para la energía, ¡podemos ir más lejos!".

"Un logro en la historia de la energía"

Tras descender del avión, Piccard, quien ha sido recibido en la escalerilla del avión por Borschberg, ha asegurado que la vuelta al mundo realizada por el avión solar suponía "no un logro en la historia de la aviación, sino en la historia de la energía".

Los pilotos del Solar Impulse II, los suizos Bertrand Piccard y Andre Borschberg.

Los pilotos del Solar Impulse II, los suizos Bertrand Piccard y Andre Borschberg. EFE

Piccard subrayó el hito que supone para la energía el hecho de haber culminado la vuelta al mundo con el Solar Impulse II. "Hay suficiente tecnología y soluciones, y no debemos aceptar un mundo contaminado: tenemos que ir más allá, el futuro es limpio", ha enfatizado.

Desde su punto de vista, las energías limpias son una alternativa de futuro en los medios de transporte aéreos. "Estoy seguro de que dentro de diez años veremos aviones eléctricos que transportarán 50 pasajeros en vuelos cortos y de media distancia", añadió.

Entre el sonido de las gaitas de la orquesta de Abu Dabi, que ha recibido el Solar Impulse a pie de pista, Borschberg ha destacado a la prensa el reto de realizar la última etapa El Cario-Abu Dabi con altas temperaturas, lo que obligó al equipo a "reajustar parte del equipo del avión" debido a la menor densidad del aire.

"Me siento realizado", ha confesado Borschberg, antes de destacar entre las 17 etapas la travesía sobre el océano Pacífico como "el mayor reto" de la vuelta al mundo, debido a que fue "el periodo más largo volando".