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Rivera propone al rey dos posibles "soluciones" que implican el sí o la abstención del PSOE

  • Plantea un gobierno "con las manos limpias" sin Rajoy, o uno del PP en minoría

Para el primero, se necesita el 'sí' del PSOE; para el "plan B", la abstención

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Rivera plantea al rey un gobierno de PP, PSOE y C's sin Rajoy o que todos se abstengan para que este gobierne

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha llevado al rey en esta tercera y última jornada de la ronda de consultas dos posibles "soluciones" para salir de la actual situación de bloqueo político, que pasan por que el PSOE dé su visto bueno a un gobierno "de consenso" a tres con un presidente que no sería Rajoy o bien absteniéndose para que el candidato 'popular' gobierne en minoría y se ponga "en marcha" el país.

En los 45 minutos que ha durado la reunión del líder de Ciudadanos con el jefe del Estado en el Palacio de la Zarzuela, Rivera ha expuesto su visión de la situación actual y la manera en la que entiende que se podría salir de ella, con un plan A y un plan B, ya conocidos porque no es la primera vez que los expone.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, posa con el rey en el Palacio de la Zarzuela

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, posa con el rey en el Palacio de la Zarzuela. EFE

Así, la propuesta 'A' es un "gobierno fuerte de consenso entre los principales partidos constitucionalistas del país [es decir, PP, PSOE y Ciudadanos], con un presidente de consenso y una agenda de reformas", que tendría más de 250 escaños y un presidente "con las manos limpias y las manos libres" para afrontar los principales retos del país.

A esto daría el ‘sí’ de sus 32 diputados, ha dicho en rueda de prensa en el Congreso, aunque asume que no hay predisposición por parte ni de 'populares' -que no renuncian a la candidatura de Rajoy- ni de socialistas, que no quieren sentarse a negociar, ha recordado. "Si Rajoy lo fía todo a la silla de Rajoy, y Sánchez a no apoyar nada que provenga del PP, no hay forma", ha advertido.

Así que el "plan B" es que el presidente del Gobierno en funciones se presente a la investidura y que los partidos de la oposición tengan una posición "responsable y constructiva" con una abstención que permita poner en marcha el país.

Rivera lleva dos alternativas al rey: gobierno "de consenso" constitucionalista o abstención general

"No hay ninguna excusa" para negociar

A juicio de Rivera, que ha insistido en que su partido "es el único que ha movido ficha", "no hay ninguna excusa para que los viejos partidos se sienten a negociar". "No hay gobierno alternativo, solo cabe un gobierno de consenso amplio o un gobierno del PP en minoría" para evitar unas terceras elecciones.

En su opinión, la investidura se tiene que producir cuanto antes porque España "no tiene tiempo" y hay cuestiones, como la aprobación del techo de gasto y los presupuestos, que "no pueden esperar".

El rey concluye este jueves su ronda de consultas recibiendo en el Palacio de la Zarzuela a los líderes de Ciudadanos, Albert Rivera; Podemos, Pablo Iglesias; PSOE, Pedro Sánchez; y PP, Mariano Rajoy. Después, como en anteriores ocasiones, se espera un comunicado de la Casa Real en el que se conocerá la decisión del rey Felipe.

La fecha de investidura no tiene por qué ser inmediata

Una vez haya hablado con todos el rey podría ya proponer a un candidato a la investidura o bien convocar una nueva ronda de contactos. En caso de proponer a un candidato, después sería la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, la que tendría que convocar ese debate, y podría hacerlo de forma inmediata o dando un plazo al candidato para negociar los apoyos necesarios. De hecho, su antecesor, el socialista Patxi López, dio 30 días a Pedro Sánchez hasta la celebración del debate parlamentario.

El lapso de tiempo que puede transcurrir entre la propuesta del rey y la celebración del debate de investidura no está establecido legalmente, y puede dilatarse incluso dos meses, como ocurrió en 1996 cuando fue elegido presidente José María Aznar.

Sin embargo, en esta ocasión la premura para aprobar el techo de gasto y comenzar a tramitar los presupuestos para el próximo año es uno de los argumentos que esgrime Rajoy para pedir a los demás partidos que no dilaten un proceso que debe resolverse cuanto antes.

En todo caso, una vez celebrada la primera votación de investidura comenzaría a correr el plazo de dos meses establecido en la Constitución para convocar nuevas elecciones en caso de que ningún candidato obtenga la confianza necesaria para ser investido presidente del Gobierno.