Valls reconoce errores en el atentado de Normandía pero descarta un Guantánamo "a la francesa"
- El primer ministro ve un error judicial haber dejado en libertad a uno de los terroristas
- El otro también consiguió escapar del radar policial pese a estar fichado
- Valls es favorable a cortar la financiación extranjera de las mezquitas
El primer ministro francés, Manuel Valls, ha reconocido este viernes que la decisión judicial de liberar a uno de los dos autores del atentado contra una iglesia en Francia y de someterle a vigilancia electrónica fue un error, pero ha rechazado que su lucha contra el terrorismo llegue a crear un Guantánamo "a la francesa".
"Fue un fallo, hay que reconocerlo. (...) Pero no voy a ser yo quien, despreciando todo equilibrio de poderes, caiga en la vía fácil de culpar a los jueces de ese acto terrorista. Cada decisión es de una gran complejidad", señala en una larga entrevista en el diario Le Monde.
El reconocimiento de ese error se produce en relación con Adel Kermiche, abatido por la policía el pasado martes junto a Abel Malik Petitjean, tras haber asesinado a un cura que estaba oficiando una misa en la parroquia de Saint-Étienne du Rouvray, en las afueras de Ruán (noroeste). Ambos estaban fichados por la policía. El primero llevaba un brazalete electrónico tras haber sido interceptado dos veces intentado ir a Siria. El segundo también había sido registrado en los ficheros policiales el pasado 29 de junio por su intención de ir a hacer la 'guerra santa', pero no se abrió proceso judicial en su contra.
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"Mi Gobierno no va a crear un Guantánamo a la francesa"
Valls ha dicho estar abierto a toda propuesta de mejora en materia antiterrorista, siempre y cuando no franquee el Estado de derecho: "Encerrar a individuos en centros con la sospecha como única base es moral y jurídicamente inaceptable. Por otra parte, no sería eficaz. Mi Gobierno no va a ser el que cree un Guantánamo a la francesa".
El jefe del Ejecutivo se ha defendido igualmente de las críticas recibidas contra el dispositivo de seguridad tras los atentados de Niza el 14 de julio y en esa iglesia el día 26, y ha pedido que cesen "las acusaciones graves y nauseabundas sobre una presunta mentira de Estado".
Valls ha subrayado que las primarias en la derecha y las elecciones presidenciales de 2017 no justifican tal actitud, sobre la que considera en concreto que el expresidente y jefe de la oposición Nicolas Sarkozy "ha perdido los nervios", y ha destacado que "mantenerse lúcido ante la amenaza es no caer en el populismo".
Favorable a cortar la financiación extranjera de las mezquitas
No obstante, y sin contemplar un cambio de estrategia cada vez que Francia se vea golpeada por un atentado, sí planteó abrir el debate.
"Hay que inventar una nueva relación con el islam de Francia. Debemos alcanzar un nuevo modelo. (...) Deseo, principalmente, que los imanes se formen en Francia y no en otra parte. Soy partidario de que, durante un periodo por determinar, no pueda haber financiación extranjera en la construcción de las mezquitas", ha dicho.
Valls considera que al degollar a ese sacerdote los terroristas tenían como objetivo una "guerra de religión", pero ha insistido en que la respuesta debe ser el rechazo del odio y de la demagogia, ante un enemigo que "es un proto-Estado incompleto pero que ha sometido a diez millones de personas".