El papa clama contra la indiferencia ante las guerras y el sufrimiento que solo se observa en "pantallas"
- Pide a los jóvenes que abandonen la "sofá-felicidad" en una vigilia en Cracovia
- Una chica Siria cuenta ante 1,6 millones de personas cómo vive en Alepo
- El papa pide en Polonia una Iglesia "abierta y tierna" con los débiles
- Francisco pondrá fin a la Jornada Mundial de la Juventud este domingo
El papa Francisco ha clamado este sábado contra la indiferencia ante las guerras y el sufrimiento, que solo se observan "a través de las pantallas del ordenador o del teléfono", en el mensaje que ha dirigido a los jóvenes reunidos en la vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebra en Cracovia, la capital de Polonia.
Ante un millón seiscientos mil personas, según los organizadores, el pontífice ha invitado a la juventud a abandonar "la sofá-felicidad" para levantarse y decidir su futuro frente a los que prefieren "jóvenes atontados".
Durante la celebración se han oído los testimonios de tres jóvenes, entre ellos, el de una chica siria de Alepo, que ha relatado cómo convive cada día con la guerra.
"Hoy la guerra en Siria es el dolor y el sufrimiento de tantas personas, de tantos jóvenes, como la valiente Rand, que está aquí entre nosotros pidiéndonos que recemos por su amado país", ha dicho Jorge Mario Bergoglio.
Su testimonio ha servido al pontífice para decirles a los jóvenes que hay situaciones que pueden resultar "lejanas" y que no se comprenden solo porque se ven "a través de una pantalla del celular o de la computadora".
"Pero cuando tomamos contacto con la vida, con esas vidas concretas no ya mediatizadas por las pantallas; entonces nos pasa algo importante, sentimos la invitación a involucrarnos", les ha exhortado.
El papa Francisco: "La respuesta a este mundo en guerra se llama fraternidad"
A ellos les ha advertido que ante estos conflictos y situaciones la solución, "no es "vencer el odio con más odio, vencer la violencia con más violencia, vencer el terror con más terror", sino que la "respuesta a este mundo en guerra tiene un nombre: se llama fraternidad, se llama hermandad, se llama comunión".
El pontífice Francisco ha querido zarandear a los jóvenes ante "la parálisis" que se vive en la sociedad y a todos aquellos que "confunden felicidad con un sofá".
Y para ello, Francisco ha vuelto a usar el tono coloquial que usa ante los jóvenes y ha continuado con su metáfora de los chicos sentados en "un sofá que nos ayude a estar cómodos, tranquilos, bien seguros. Un sofá -como los que hay ahora modernos con masaje incluido- que nos garantiza horas de tranquilidad para trasladarnos al mundo de los videojuegos y pasar horas frente a la computadora".
De la mano de seis chicos de los cinco continentes
El pontífice ha acuñado un nuevo término, la ha llamado "la sofá-felicidad", "que hace que poco a poco, sin darnos cuenta, nos vayamos quedando dormidos, nos vayamos quedando embobados y atontados mientras otros -quizás los más vivos, pero no los más buenos- deciden el futuro por nosotros".
La ceremonia más simbólica de las JMJ antes de la misa de clausura de este domingo ha comenzado con el papa de la mano con seis chicos, representantes de los cinco continentes, cruzando una simbólica Puerta Santa, en ocasión del Jubileo de la Misericordia. Después les invitó a todos ellos a subir al papamóvil para recorrer la enorme explanada.
Antes de la vigilia, el papa Francisco ha tenido otros encuentros y actos. Por la mañana en una homilía dedicada a los religiosos y religiosas en el santuario de san Juan Pablo II en Cracovia ha instado la Iglesias a abrir sus puertas y a ser "abierta y tierna" con los más débiles.
El papa pide a la Iglesia que "abra sus puertas"
En el nuevo santuario construido en honor del papa polaco, Francisco ha celebrado una misa en la que ha indicado a los sacerdotes, monjas y consagrados que lo que "busca" realmente Jesús "son corazones abiertos".
En este sentido, ha reiterado su llamamiento a la Iglesia para que "abra sus puertas" y les ha recordado que cuando Jesús envió a sus discípulos a predicar ya desde un principio invitó a "que la Iglesia esté de salida, que vaya al mundo".
El papa ha visitado también la Iglesia de san Francisco en Cracovia, donde se encuentran las reliquias de dos misioneros polacos asesinados en Perú, y allí ha realizado una oración por las víctimas del terrorismo y para que los terroristas reconozcan la maldad de sus acciones.
Francisco reza para que los terroristas "vuelvan a la senda de la paz"
"Mueve los corazones de los terroristas para que reconozcan la maldad de sus acciones y vuelvan a la senda de la paz y el bien, el respeto por la vida y la dignidad de cada ser humano, independientemente de su religión, origen o estatus social", ha dicho el papa.
En la Iglesia se encuentran las reliquias de los dos franciscanos polacos Michael Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski, asesinados en Perú por los guerrilleros de Sendero luminoso" el 9 de agosto 1991 y beatificados el 5 de diciembre de 2015.
"Venimos hoy a implorarte que ampares al mundo y a sus habitantes con la paz, alejando de él el destructivo oleaje del terrorismo, restaurando la amistad y derramando en los corazones de tus criaturas el don de la confianza y la prontitud para perdonar", ha comenzado la oración de Francisco, según ha informado el Vaticano.