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Armenia

Liberados los dos últimos rehenes de la comisaría secuestrada en Ereván

  • Los opositores atrincherados afirman que no estaban retenidos
  • Hombres armados asaltaron el edificio para pedir la liberación de su líder
  • Niegan ser responsables de la muerte de un policía abatido este sábado

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Liberados los dos últimos rehenes de la comisaría secuestrada en Ereván

Los dos últimos rehenes retenidos por un grupo armado atrincherado desde hace dos semanas en una comisaría de Ereván han salido por su propio pie del edificio este domingo, mientras que sus presuntos secuestradores aseguraron que nadie los obligaba a permanecer en las instalaciones.

"Nadie los retenía por la fuerza. Eran libres en sus movimientos y decisiones", ha dicho a medios locales Varuzhán Avetisián, portavoz del partido Parlamento Constituyente, con el que se identifican la treintena de hombres armados que asaltaron el pasado 17 de julio la comisaría de la capital armenia.

Avetisián también ha asegurado que la bala que mató ayer a un policía armenio en las inmediaciones de la comisaría no fue disparada por los miembros del grupo armado.

"No lo hemos matado. Puede que muriera por el fuego indiscriminado de francotiradores de la propia policía", afirma.

Según las autoridades armenias, el policía Yura Tepanosián, de 30 años, falleció ayer por el disparo de un francotirador cuando se encontraba en un coche aparcado a unos 400 metros del edificio controlado por los opositores armados.

Dos semanas atrincherados

Tras casi dos semanas de espera, la policía armenia se mostró anoche dispuesta a recuperar por la fuerza la comisaría, pese a que la buena posición táctica de los asaltantes y su experiencia militar, además de las armas en su poder, hacen prever que las fuerzas de seguridad pueden sufrir importantes bajas en el asalto.

El Servicio de Seguridad Nacional de Armenia (SSN, antiguo KGB) dio ayer tres horas a los asaltantes para que entreguen las armas y se rindan, y expirado el plazo,  varios blindados se apostaron en las inmediaciones del edificio.

Poco después una bala de francotirador alcanzó al policía fallecido y más tarde, medios locales que se encontraban en las proximidades del lugar informaron de nuevos disparos y explosiones en el territorio de la comisaría.

Mientras, y pese a las amenazas de la policía, cientos de ciudadanos volvieron a salir al centro de Ereván para solidarizarse con los asaltantes.

Un hombre de mediana edad se roció de gasolina cerca de la residencia del presidente armenio, Serge Sargsián, y se prendió fuego en un intento de quemarse a lo bonzo, aunque otros manifestantes lograron apagar las llamas.

Advertencia a los manifestantes

El SSN exigió a los manifestantes que no se acercaran a la comisaría y advirtió de que cualquiera que rompa el cordón policial que rodea la zona, tal y como había sucedido la noche anterior, será procesado como colaborador de los asaltantes.

La protesta del viernes se saldó con 165 detenidos y más de 60 heridos, dos de ellos graves, cuando la policía cargó contra centenares de opositores que lograron romper el cordón policial y se acercaron a la comisaría.

Los agentes de la ley emplearon granadas aturdidoras para dispersar a la muchedumbre y al menos cinco periodistas que cubrían la protesta resultaron heridos, tres de ellos por la explosión de los artefactos.

El grupo armado, integrado por una treintena de hombres curtidos en la guerra de Nagorno Karabaj, exige la liberación de su líder político, el opositor y veterano de guerra Zhirair Sefilián; y la dimisión de Sargsián.

Sefilián, veterano de la guerra por el control del enclave de Nagorno Karabaj, fue detenido el 20 de junio por tenencia ilegal de armas y explosivos, lo que es negado por sus partidarios, que acusan a las autoridades de perseguir a su líder.