La lluvia de estrellas de las Perseidas de este año será cinco veces más intensa que en ocasiones anteriores
- El fenómeno será más visible la noche del 12 al 13 de agosto
- Investigadores españoles lanzarán sondas para grabar la lluvia de meteoros
- Recomiendan observarla lejos de la contaminación lumínica
- Sigue en directo la lluvia de Perseidas, en RTVE.es
La lluvia de las perseidas será este año un fenómeno cinco veces más intenso que años anteriores, tal y como ha informado el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA.CSIC). Habitualmente la actividad de las Perseidas tiene un máximo de 100 meteoros por hora, sin embargo, las predicciones indican que las de este 2016 serán especialmente intensas, de hasta 500 meteoros por hora siendo especialmente visible la noche del 12 al 13 de agosto. [Sigue en directo la lluvia de Perseidas, en RTVE.es].
La lluvia de estrellas de las Perseidas es un fenómeno que se produce todos los años entre los meses de julio y agosto cuando la Tierra atraviesa, en su trayectoria en torno al Sol, la estela del cometa Swift-Tuttle, lo que provoca que multitud de meteoroides choquen contra la atmósfera y por tanto emitan un destello de luz.
“El cometa Swift-Tuttle completa una órbita alrededor del Sol cada 133 años aproximadamente y cada vez que se aproxima a nuestra estrella se calienta y emite chorros de gas además de pequeñas partículas sólidas que forman la cola del cometa”, señala el investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), Alejandro Sánchez.
Estrellas fugaces, meteoros y bólidos
Estos meteoros desprendidos son tan pequeños como un grano de arena y cuando impactan con la atmósfera de nuestro planeta lo hacen a una velocidad de más de 210.000 kilómetros por hora.
Según explican los expertos, el choque con la atmósfera produce un aumento de la temperatura de hasta 5.000 grados en una fracción de segundo, lo que provoca que estos fragmentos de desintegren y se dé un destello de luz, conocido como meteoro o estrella fugar.
También existen los bólidos, apuntan, que son partículas más grandes –con el tamaño de un guisante o un poco mayor- que producen estrellas fugaces mucho más brillantes.
Se va a lanzar una sonda para grabar la lluvia de estrellas
El próximo 11 y 12 de agosto el Instituto de Astrofísica de Andalucía en colaboración con la Asociación Astroinnova y el grupo Daedalus lanzarán una sonda para grabar por primera vez en color y alta definición la lluvia de estrellas.
Una misión que se encuentra dentro del proyecto ‘Orison’, apuntan, y que permite el desarrollo de una infraestructura permanente de observación estratosférica.
Así, participan junto con la colaboración de Cetursa, el grupo Collados y la empresa Azimuth en tres actividades de divulgación que se celebrarán en el observatorio de La Sagra, en Granada, en el observatorio Calar Alto, en Almería y en Sierra Nevada.
Las observaciones astronómicas mejoran los modelos de previsión
El estudio de la lluvia de estrellas permite mejorar los modelos de previsión de posibles actividades, ya que fenómenos como este pueden provocar daños a los satélites en órbita terrestre.
“Entre las ventajas de la observación de meteoros desde la estratosfera se encuentran la nula absorción atmosférica, el hecho de que la luz de la lunar no contribuye negativamente, lo que es relevante este año, y la ausencia de contaminación lumínica”, explica Alejandro Sánchez.
También señala Sánchez que “es posible realizar observaciones astronómicas con ventajas muy similares a las que se pueden realizar desde el espacio pero con un coste mucho menor”.
Recomiendan observar las Perseidas lejos de las ciudades
Los expertos aconsejan observar la lluvia de estrellas la noche del 11 y 12 de agosto a partir de las dos de la madrugada cuando está previsto el primer ciclo de actividad y la Luna tendrá menos incidencia.
“Estas estrellas fugaces podrán aparecer en cualquier lugar del cielo. Por su trayectoria parecen proceder de un punto situado en la constelación de Perseo, y de ahí proviene el nombre de las Perseidas”, ha indicado Marcos Villaverde, miembro de la empresa Azimuth que coordina las actividades de divulgación en el observatorio Calar Alto.
También recomiendan no observar directamente la constelación sino a unos 40 grados de la misma. Además, añaden que no es necesario utilizar telescopio u otro instrumento óptico sino que, simplemente, buscar un lugar oscuro, lejos de la contaminación lumínica.