El cadáver infectado de un reno muerto hace 75 años provoca un brote mortal de ántrax en Siberia
- 21 personas han sido infectadas, incluido un niño que ha fallecido
- Las altas temperaturas han derretido el permafrost de esta zona ártica
- Este hecho ha provocado que aflorasen los restos contaminados del animal
Un brote de ántrax ha infectado al menos a 21 personas en el norte de Siberia, incluido un niño de 12 años que ha muerto por esta enfermedad. Las autoridades rusas creen que el origen de la epidemia es el cadáver infectado de un reno que llevaba oculto bajo el permafrost desde hace aproximadamente 75 años, y que con las elevadas temperaturas de este verano ha aflorado a la superficie, liberando la bacteria del carbunco (Bacillius anthracis).
El foco de la infección está situado cerca de la ciudad de Salejard, en el norte de Siberia Occidental, unos 2.000 kilómetros al noreste de Moscú. La región está habitada por poblaciones nómadas para las que el pastoreo de renos es una actividad destacada. El origen de la epidemia se debe a que este verano, inusualmente caluroso, con temperaturas superiores a 35 grados, se ha derretido el permafrost -suelo permanentemente congelado- del extremo norte."Las esporas de ántrax se pueden preservar en el permafrost durante más de un siglo", han explicado los servicios de salud rusos.
El ántrax o carbunco es una infección aguda que afecta tanto a animales como a hombres. La bacteria existe en la naturaleza, pero también se considera como arma biológica, ya que puede ser fácilmente extendido en forma de esporas. Es mortal, a menos que se trate inmediatamente con antibióticos.
2.300 renos muertos
La ministra de Sanidad rusa, Veronika Skvortsova, ha viajado a Salejard para estudiar la situación provocada por el brote. El pasado 25 de julio en la región de Yamal fue implantada la cuarentena después de que más de 2.300 renos murieran afectados por esta bacteria. Más de 90 personas fueron hospitalizadas de manera preventiva y a 21 de ellas se les diagnosticó carbunco. Uno de los pacientes, un niño de 12 años, falleció a causa de la enfermedad.
Según las autoridades locales, brigadas de veterinarios han vacunado a más de 35.000 renos que pastan en los territorios próximos al foco de la epidemia. Los restos de los renos muertos han sido incinerados, ya que las esporas del Bacillus anthracis soportan temperaturas de hasta 140 grados centígrados.