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La CE dictamina que las ayudas de España a la TDT para la transmisión simultánea analógica y digital violan las normas europeas

  • No exigirá su recuperación tras constatar que no se ha concedido ayuda alguna
  • Los organismos privados financiaron la emisión simultánea por iniciativa propia

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Una persona controla un televisor con un mando a distancia
Una persona controla un televisor con un mando a distancia.

La Comisión Europea (CE) ha dictaminado que el régimen de ayudas públicas a la Televisión Digital Terrestre (TDT) en España para compensar la transmisión simultánea de señales analógicas y digitales durante el periodo transitorio es "ilegal" pero "no exigirá su recuperación" tras constatar que no se ha concedido ayuda alguna.

"Esta medida constituye una ventaja selectiva para los organismos de radiodifusión y los operadores de plataformas terrestres con respecto a otras tecnologías disponibles. La ayuda va en contra del principio de neutralidad tecnológica y no es necesaria ni proporcionada", ha explicado la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.

Sin embargo, la medida, notificada por las autoridades españolas en 2011, no ha llegado a tener efecto puesto que España ha concluido ya el cambio de frecuencia y los organismos privados han garantizado y financiado la emisión simultánea por iniciativa propia.

"La investigación de la Comisión confirmó que el apoyo de España para la transición de la televisión analógica a la digital solo se ofreció a las emisoras de televisión digital terrestre (TDT) en detrimento de otras plataformas, como las de satélite, cable o televisión a través del Protocolo de Internet (IPTV)", apunta.

Según la CE, España "no justificó adecuadamente las razones por las que no estaría justificada en este caso la aplicación del principio de neutralidad tecnológica". "Cualquier excepción a este principio debería justificarse debidamente sobre la base, por ejemplo, de un estudio previo independiente, con la correspondiente consulta del mercado, que demuestre la eficacia de la plataforma de TDT frente a plataformas alternativas", subraya.

La CE también destaca que España "tampoco pudo demostrar que fuera necesaria una ayuda pública a la reasignación de frecuencias para garantizar la correcta transición de la emisión analógica a la digital". "Al contrario, la Comisión constató que las empresas privadas de radiodifusión habrían garantizado la emisión simultánea en cualquier caso, a fin de no perder espectadores. Además, España no aportó ninguna prueba, como un estudio independiente de costes, que demostrara que la ayuda era proporcionada", añade.

La CE abrió en 2012 una investigación para dilucidar si las compensaciones propuestas por España a los difusores de TDT para liberar espectro radioeléctrico se ajustaban a las reglas comunitarias de ayudas de Estado.

Las autoridades españolas pidieron a las televisiones emitir simultáneamente tanto a nivel analógico como digital durante un periodo de transición de entre 6 y 24 meses, mientras los ciudadanos adaptaban sus televisores. Esta operación entrañó costes adicionales para los radiodifusores, por lo que se puso en marcha un plan para compensarles.