Enlaces accesibilidad

Las ostras, almejas y mejillones tienen una vida más larga en los polos del planeta

  • Un estudio concluye que los bivalvos viven más en latitudes altas que en los trópicos
  • Es la conclusión de un estudio de la Universidad de Siracusa (Estados Unidos)

Por
Los bivalvos tienen una vida más larga en las latitudes altas.
Los bivalvos tienen una vida más larga en las latitudes altas.

Los bivalvos, esto es, animales marinos con dos conchas, como las otras, las almejas, los mejillones y las vieiras, viven más y crecen más lentamente en lugares cercanos a los polos del planeta que en las regiones tropicales. Esta es la conclusión de un estudio realizado por investigadores del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Siracusa (Estados Unidos) y publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.

"Hemos creado una base global de datos de más de 1.100 poblaciones de bivalvos marinos, documentando su tasa de esperanza de vida y el crecimiento máximo, junto con el tamaño del cuerpo", apunta David Moss, autor principal del estudio.

Moss subraya que los animales marinos de sangre fría, como los bivalvos, están influenciados por su entorno, por lo que los patrones latitudinales que existen en estas especies "probablemente" se den también en otros invertebrados.

Después de meses de trabajo, Moss y sus colegas descubrieron dos tendencias: a medida que aumenta la vida útil de un bivalvo, su tasa de crecimiento disminuye, y una larga vida y un crecimiento lento son comunes entre los animales de las latitudes altas (polos norte y sur), mientras que los bivalvos tropicales (cerca del ecuador) son de crecimiento rápido y de corta duración.

"Como se cree que los polos albergan ecosistemas como los de hace millones de años, nuestros datos sugieren que los animales más antiguos fueron de crecimiento lento", apunta Moss.

El cambio gradual de los animales de sangre fría

Linda Ivany, profesora de la Universidad de Siracusa, recalca que los bivalvos son tan abundantes en el registro fósil como en los océanos de hoy en día, por lo que se puede estudiar su esperanza de vida y sus tasas de crecimiento a través de sus conchas fosilizadas, un proceso análogo a la datación de los árboles por sus anillos.

Ivany subraya que el estudio de Moss tiene implicaciones para analizar la historia de la vida en la Tierra y puede ayudar a explicar por qué el metabolismo de los animales de sangre fría ha cambiado con el tiempo.

"Las investigaciones muestran que los animales marinos se han hecho más grandes en los últimos 500 millones de años", comenta, antes de añadir: "Debido a que el tamaño del cuerpo está determinado por la rapidez y el tiempo con que crece, este trabajo sienta las bases para que nos movamos hacia atrás en el tiempo y responder a las preguntas evolutivas acerca de por qué y cómo los animales se han hecho más grandes".

Basándose en las observaciones de su grupo, Moss argumenta que el aumento en el tamaño del cuerpo de los bivalvos marinos en todo el Fanerozoico, el eón geológico actual, que se remonta a más de 540 millones de años, debería ir acompañado de un cambio hacia un crecimiento más rápido y una vida útil más corta. También espera determinar por qué la biodiversidad es alta en los trópicos y baja cerca de los polos.

"Tiempos de generación cortos y tasas de mutación altas asociadas con una esperanza de vida corta y un crecimiento rápido permiten a nuevas especies aparecer a un ritmo más rápido en los trópicos", dice, antes de concluir: "La distribución de la esperanza de vida y el crecimiento con la latitud podría ayudar a explicar uno de los patrones más fundamentales en la historia evolutiva y ecológica de la vida animal en el planeta: el gradiente de diversidad latitudinal (la tendencia de la diversidad biológica a concentrarse en los trópicos)".