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'Secuestro', un 'thriller' sin pistolas que rompe clichés

  • RTVE.es entrevista a la directora de este thriller de suspense, Mar Targarona
  • "La maternidad es un sentimiento muy fuerte y universal", subraya
  • La película, protagonizada por Blanca Portillo, se estrena el 19 de agosto

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'Secuestro', un 'thriller' lleno de emociones

"En España es difícil hacer thrillers porque es un género que requiere muertos y pistolas. En Secuestro, afortunadamente no hay tantos muertos, y, sobre todo, no hay pistolas, porque yo no tengo una pistola debajo de mi almohada, como pasa en EE.UU. Es difícil hacer trhillers aquí, que te los puedas crear y que sean cosas con las que puedas sentirte identificado y que puedan ocurrir en España, y esta película lo tiene". Así se refiere la directora Mar Targarona a su segundo largometraje, un thriller de suspense protagonizado por Blanca Portillo, que se estrena en los cines el 19 de agosto y cuenta con la participación de RTVE.

Productora de títulos como El orfanato (2007), Los ojos de Julia (2010) y El cuerpo (2012), Targarona se siente cómoda en un género que cree que en España se había "tocado muy poco" pese a ser "muy interesante". "Es un género que entretiene al público a la vez que permite introducir contenidos interesantes y establecer segundas lecturas... El bien, el mal, somos buenos, malos, mediocres... Son temas eternos que están ahí, que juegan con los sentimientos, los miedos, las voluntades... Es muy rico y hay muchas cosas que contar a través de este género", asegura la directora en una entrevista con RTVE.es.

En Secuestro, Patricia de Lucas (Blanca Portillo) es una abogada de renombre cuya vida se convierte en pesadilla cuando su hijo Víctor (Marc Domenech) desaparece del colegio sin dejar ningún rastro. Aparece horas más tarde magullado y confesando que un hombre le ha intentado secuestrar, pero que ha logrado escapar. La policía se moviliza y, tras una rueda de identificación con Víctor, logran dar con el aparente responsable, aunque las pruebas no son suficientes, y el presunto secuestrador queda en libertad. Es entonces cuando Patricia, temiendo por su hijo, decide tomarse la justicia por su cuenta, pero la situación se le escapará de las manos y las consecuencias de sus actos serán imprevisibles.

El reparto lo completan José Coronado, Macarena Gómez, José María Pou, Antonio Dechent, Andrés Herrera y Vicente Romero, entre otros.

Rompiendo clichés

Además del de la necesidad de que un thriller tenga que tener pistolas, Targarona rompe en Secuestro con otros clichés al poner de protagonista a una mujer, y madura, dando además a Blanca Portillo su primer papel principal en cine, por extraño que parezca y pese llevar más de 30 años en la profesión y ser una de las actrices españolas más respetadas.

"Blanca ha hecho un montón de protagonistas en teatro, monólogos, pero no en cine. Quizás porque no tiene el cliché de la juventud y de la súper belleza, pero te las crees al cien por cien haciendo el personaje de mujer dura, hecha a sí misma y súper protectora de su hijo. Creo que está espléndida", dice sobre su protagonista la cineasta catalana, que cree que es tan "difícil" ver a mujeres protagonizando thrillers porque "la gente duda de que puedan tener interés y también hay un efecto real, que es que los hombres parece que tienen más atractivo haciendo papeles de este tipo, incluso para las mujeres".

La actriz madrileña encarna a una madre capaz de hacer cualquier cosa por su hijo: "El de la maternidad es un sentimiento muy fuerte y además universal", defiende Targarona, madre de dos hijos, con conocimiento de causa. "Cuando tuve a mi primera hija, ya con 30 años, experimenté unos sentimientos novedosos. Yo era pacifista y de las que te decían 'si te pegan una bofetada pon la otra mejilla'; y, de repente, dices 'no, yo por mi hija mato'. Lo tienes metido en el disco duro y creo que es un sentimiento", añade.

Este leit motiv de la película y el "maravilloso" guion de Oriol Paulo (El cuerpo, Los ojos de Julia) fueron los factores determinantes que empujaron a Mar Targarona a decidirse a dirigir su segundo largometraje 20 años después de Mor, vida meva (1996), pues le cogió "mucho respeto" a la dirección.

"Lo pasé muy bien rodando mi primera película, que creo que es una comedia muy graciosa. Quería ser Mujeres desesperadas, pero, bueno, me salió una novatada. Entonces no era lo suficientemente experta y he necesitado todo este tiempo para ir aprendiendo, aprendiendo de los demás, rodeándome de gente de mucho talento y hasta que he encontrado el guion que me ha empujado a hacerlo", concluye la directora y productora, que ya ha cogido "seguridad" en un oficio que "cada vez" le gusta "más".