El Tribunal de La Haya juzgará como crimen de guerra la destrucción del patrimonio de la humanidad en Tombuctú
- La CPI tipifica por primera vez este delito en un juicio "histórico", según la UE
- Un terrorista de Ansar Al Din se declara culpable por destrucción en Tombuctú
- 'Abu Turab' ayudó a destruir 9 mausoleos y la mezquita de Sidi Yahya
En un proceso "histórico", la Corte Penal Internacional (CPI) de la Haya ha dado comienzo al primer juicio por la demolición de bienes patrimonio de la humanidad, en concreto por la destrucción causada en Tombuctú (Mali) por yihadistas. La vista se ha celebrado este lunes y la Unión Europea (UE) se ha congratulado públicamente por este hecho.
"La apertura de este proceso histórico, que fue llevado por las propias autoridades malienses ante la CPI, es un acontecimiento importante", ha afirmado una portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) en un comunicado.
Iniciado el juicio, Achmad al Mahdi al Faqi, alias "Abu Turab" y primer acusado de crímenes de guerra por la destrucción de bienes patrimonio de la humanidad en Tombuctú, se ha declarado culpable ante el tribunal.
Entre los monumentos que Al Mahdi, presunto integrante del movimiento terrorista Ansar al Din, habría destruido o ayudado a destruir en 2012 figuran nueve mausoleos y la mezquita y madraza de Sidi Yahya, del siglo XV, en la mítica Tombuctú.
Confesión de un yihadista, y reconciliación
"Con gran pesar debo presentar mi culpabilidad. Todos los cargos que se me imputan son precisos y correctos", ha señalado en una declaración el acusado, quien ha asegurado que siente un "gran dolor" por los hechos cometidos y pidió perdón a la población de Mali y a la comunidad internacional.
Este proceso "promueve la aplicación del Acuerdo de Paz y Reconciliación, dentro del que la lucha contra la impunidad es una parte integral", ha dicho la portavoz. Y ha añadido: "La destrucción durante la ocupación yihadista del norte de Mali en 2012, varios monumentos históricos en Tombuctú, incluidos numerosos mausoleos y mezquitas, fue un ataque contra el patrimonio cultural de Mali y el conjunto de la humanidad".
La representante del SEAE ha recalcado que los hechos supusieron una "afrenta contra los valores religiosos de la población local y su identidad", y ha asegurado: "Para la Unión Europea, la cultura no sólo es la base de toda la sociedad, sino también es un factor importante del desarrollo económico y social, la reconciliación y la paz duradera". Por último, ha subrayado que la intervención europea en Mali incluye precisamente acciones para rehabilitar y proteger el patrimonio cultural de Tombuctú.
Una pena de hasta 30 años de prisión
"Espero que la pena que se me impute sea suficiente para lograr el perdón" de todos los afectados, ha añadido Achmad al Mahdi al Faqi.
Por su parte, el presidente de la cámara de primera instancia del alto tribunal internacional ha recordado a Al Mahdi que, en caso de ser declarado culpable, se le podría imponer una pena de hasta 30 años de prisión.
A ella se le podría sumar una multa o la confiscación de los beneficios, bienes o haberes extraídos directa o indirectamente de los crímenes cometidos.
Destrucción de la identidad maliense
La Corte confía en que este proceso inédito siente un precedente para otros casos similares. Entre los edificios que presuntamente Al Mahdi habría destruido o ayudado a destruir figuran nueve mausoleos y la mezquita de Sidi Yahya, del siglo XV.
La fiscal de la CPI, Fatou Bensouda, le acusa de ser el líder de los ataques en Tombuctú y de participar físicamente en varios de ellos. En la vista de confirmación de cargos contra Al Mahdi el pasado marzo, Bensouda dijo que los mausoleos y la mezquita destruidos "eran importantes no solo desde un punto de vista histórico y religioso, sino también identitario para el pueblo de Mali".
En enero de 2012 comenzó en Mali un conflicto armado durante el cual la ciudad de Tombuctú estuvo bajo el control de varios grupos terroristas, incluido Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y Ansar Al Din.