'Las lágrimas de África', el documental que pone cara a los subsaharianos que saltan la valla
- Amparo Climent ha rodado en los campamentos del monte Gurugú y Bolingo
- “Europa no respeta su propia carta de derechos humanos”, asegura la directora
- Estrenamos el tráiler de este documental, que llegará a los cines el 8 de septiembre
Hemos visto tantas veces a subsaharianos sentados en lo alto de la valla de Melilla que ya nos hemos vuelto completamente insensibles; e incluso los vemos como una amenaza para nuestro nivel de vida. Ahora, el documental Lágrimas de África, pone cara y nombre a esos inmigrantes a los que no vemos o no queremos ver. Un documento imprescindible que se estrenará en cines de Madrid y Barcelona el próximo 8 de septiembre.
RTVE.es os ofrece, en primicia, el tráiler de este documental dirigido por la artista, activista pro derechos humanos y actriz, Amparo Climent, que un día decidió dejar de mirar para otro lado y averiguar qué podía hacer por esta gente: “Decidí viajar hasta Marruecos –asegura Amparo- después de ver las noticias sobre la playa de Tarajal, donde en apenas 10 minutos las fuerzas de seguridad mataron a 14 chicos que querían llegar a España. Quería intentar averiguar cómo habíamos llegado a esa situación tan terrible, así que me fui para allá sin saber muy bien a qué iba”.
Amparo puso caras y nombres a esa tragedia realizando más de diez viajes a los campamentos del monte Gurugú y Bolingo, donde cientos de emigrantes subsaharianos esperan su oportunidad para saltar la valla (los hombres) o poder cruzar en pateras (las mujeres y los niños). “Cuando llegué allí pensaban que era de una ONG o una periodista –asegura Amparo- y cuando les dije que sólo era una artista que había ido a interesarme por ellos desaparecieron, y al rato volvieron con un montón de dibujos en los que plasmaban sus sueños, sus sentimientos, sus temores y su anhelo de libertad. Y yo les prometí que llevaría esos dibujos a Bruselas”.
Asediados por la policía marroquí y por las mafias
Amparo asegura que la vida de esos refugiados es durísima: “Viven en condiciones muy precarias. Montan sus campamentos con lo que pueden encontrar en la parte de arriba del monte, que se quemó hace poco y donde no hay recursos de ningún tipo. Para comer tienen que rebuscar en las basuras o mendigar a la gente. Hay algunas ONG y organizaciones que les llevan comida pero es insuficiente porque son millares. Hasta para coger agua tienen que ir a un manantial que está lejísimos”.
También tienen que soportar el acoso de la policía marroquí. “La policía entra a saco en los campamentos -Asegura Amparo- y les queman los plásticos y los pocos utensilios que tienen para hacer las tiendas, también los golpean. Y cuando tienen sitio en las furgonetas incluso detienen a unos cuantos. Y más de uno ha muerto cuando era perseguido por los agentes, que no perdonan ni a mujeres ni a niños”.
“Yo –continúa Amparo- he vivido un ataque de la policía, un día que me quedé a dormirpor la noche. A las cinco de la mañana alguien me despertó y me dijo que corriese. Se oían gritos por todo el bosque y lo único que se veía eran los haces de luz de las linternas de la policía. Así que salimos corriendo y bajamos por la parte más abrupta de la montaña sin ver absolutamente nada, por lo que podíamos habernos caído. Viví auténticos momentos de pánico”.
Y por si no tuviesen bastante con la policía, están las mafias, que lo controlan todo. “Yo no lo he visto pero cuentan que incluso para estar en el monte Gururú también hay que pagar tasas a la mafia. Pero sí sé que tienes que pagar entre 500 y 1500 euros por montar en un cayuco y para ir en lancha, algunos pagan hasta 4.000 euros. A lo que hay que añadir otro montón de dinero si quieres un chaleco salvavidas”.
“Las mujeres tienen muy pocas esperanzas”
Las que peor lo pasan son las mujeres: “Para empezar –asegura Amparo- durante la travesía desde sus lugares de origen, no les queda más remedio que juntarse con un hombre para buscar su protección y no ser agredidas o violadas, porque la violencia de género está muy presente”.
“Además -continúa Amparo- las mujeres no pueden saltar la valla. Sólo hay unas cinco mujeres que lo han logrado. Y cuando llegan a los campamentos no tienen dinero, por lo que a muchas, esas mafias las llevan a centros donde las prostituyen. Antes, el padre Esteban Velázquez (un jesuita español) se encargaba de ayudar a las que podía, sobre todo a las embarazadas y a las niñas, pero desde que le han echado de Marruecos no sé si reciben ayuda de algún tipo”.
A pesar de la dureza de la vida en los campamentos, los refugiados sorprenden por su solidaridad y, por ejemplo, hay muchos casos de gente que cuida de niños que han perdido a sus padres durante el viaje.
Llevó los dibujos a Bruselas
El documental alterna los testimonios de los refugiados con los dibujos y cartas que dieron a Amparo. Documentos excepcionales que son una llamada de socorro al mundo occidental para que pare esta injusticia. Y que, bajo su apariencia infantil, esconden historias impactantes.
Amparo realizó una exposición en Madrid, con los dibujos, y cumplió su promesa a los emigrantes: “Conseguimos exponer los dibujos en Bruselas y leer algunas de sus cartas a los Eurodiputados. Pero no hicieron ningún caso. Algunos diputados españoles incluso se cachondeaban cuando vieron los dibujos”.
“Lo conseguimos pero no sirvió de nada –añade Amparo- porque Europa sigue sin hacer nada, como se ha demostrado con la crisis de refugiados de Siria: No entiendo la forma de actuar de la Comunidad Europea que está vulnerando todos los derechos fundamentales en materia de asilo. El artículo 14 de la declaración de los derechos humanos es muy claro pero se lo saltan y no hacen nada”.
“La solución –asegura Amparo- sería que esos refugiados pudiesen entrar en Europa igual que nosotros podemos hacerlo. Y no dar dinero a países como Marruecos para que reprima el flujo migratorio con una violencia Brutal. Por cierto, que cuando les cortamos el flujo dejan saltar la valla a más emigrantes para alegar falta de medios”.
“Es lo mismo que está pasando en el campamento griego de Idomeni -continúa Amparo- en vez de dejar pasar a los refugiados, Europa da dinero a Turquía para que se ocupe de los refugiados y que no sean nuestro problema. Europa no resuelve el problema y no respeta su propia carta de derechos humanos”. (Especial Crisis de los refugiados en rtve.es)
El primer documental de una trilogía
Precisamente, Idomeni es el tema de su próximo documental: Los sueños de Idomeni, que será el segundo capítulo de una trilogía que se completará con Los olvidados del sur. “Es un documental que he hecho con mi hijo Héctor Melgares (también actor y director). Cada uno nos fuimos por nuestra cuenta a Idomeni y, al regresar, decidimos hacer un documental único con el material de los dos. Hemos rodado secuencias muy impactantes como la carga de los policías de Macedonia contra los refugiados que querían cruzar la frontera”.
“También –continúa Amparo- hemos sido testigos de situaciones conmovedoras como el caso de Osman, el niño refugiado con parálisis cerebral que consiguió salir de allí gracias a la intervención de bomberos en acción que denunció el caso y puso en marcha una recogida de firmas, gracias a la que el pequeño logró venir a España. Desgraciadamente hemos visto muchos casos similares que no han tenido la misma suerte”.
“Otro caso que me impactó mucho fue el de una mujer y su familia que se habían gastado todo su dinero para llegar a Macedonia y allí se habían quedado, en medio de la nada y sin recursos. Me decía que confiaban en Europa y Europa los había abandonado a su suerte”.
“El documental –añade la realizadora- también es un homenaje a todos esos voluntarios, la mayoría mujeres, que se van a esos lugares a ayudar en lo que puedan, dándolo todo e incluso gastándose su dinero”.
Amparo también está ayudando cómo puede, haciendo visibles a estos refugiados mediante estos documentales que ha pagado de su propio bolsillo: “Para Las Lágrimas de África hicimos un crowfunding en el que participaron más de 300 personas. Y Los sueños de Idomeni ya lo tenemos rodado, pero estamos buscando apoyos para poder montarlo, porque la edición y la posproducción cuestan mucho dinero y no lo tenemos”.
El documental Las lágrimas de África, se estrenará el jueves, 8 de septiembre, en cines de Madrid y Barcelona.