Monumentos históricos derribados por el terremoto, siglos irremplazables perdidos en un minuto
- El seísmo daña gravemente el patrimonio histórico de los pueblos afectados
- Entre los monumentos afectados hay joyas del Renacimiento
Como un icono de supervivencia, la antigua Torre Cívica de Amatrice se eleva sobre las ruinas de esta localidad italiana. Construida en el siglo XIII, es un símbolo de las antiguas libertades comunales.
Pero la torre preside ahora un pueblo cuyas tres cuartas partes desaparecieron a las 3:36 del miércoles, así lo marca su reloj detenido. Fueron demolidas por el terremoto de magnitud 6 que el miércoles golpeó el centro de Italia, que deja ya 250 muertos.
Amatrice ya tenía su denominación actual en el siglo XI y en 1265 entró a formar parte del reino de Nápoles. Fue escenario de revueltas y durante los siglos XIV y XV luchó con ciudades y castillos vecinos para defender sus límites. Albergaba monumentos arquitectónicos bien conservados, la mayoría datados entre los siglos XIII y XVIII, y de estilos diferenciados como barroco o renacentista.
La ciudad de las cien iglesias
Considerada un punto de peregrinación, Amatrice también era conocida como la ciudad de las cien iglesias, entre las que destacaba la basílica de San Francisco, de estilo gótico y ubicada a pocos metros del palacio del ayuntamiento. Junto a Accumoli, han sido dos de las localidades más afectadas por el terremoto. Ambas eran hasta hoy dos enclaves ricos en historia y cultura, rodeados por la naturaleza montañosa de los Apeninos.
Los orígenes de Accumoli -actualmente de algo más de 600 habitantes- se remontan al siglo XII. A lo largo de su historia la localidad estuvo bajo el dominio de los normandos y el reino de Nápoles. Entre sus sitios más turísticos estaban la original Torre Cívica, construida en el siglo XII y, y distintos palacios como el del Podestà, característico de la época medieval.
Amatrice, de más de 2.600 habitantes, es la cuna de los espaguetis a la amatriciana, elaborados con una salsa de tomate y queso de oveja. Pero el terremoto ha dejado fuera de combate, por el momento, el lugar de referencia en la elaboración de este plato, el hotel Roma.
La estructura del histórico edificio quedó parcialmente dañada y se ubicaba en pleno casco antiguo de la localidad. Abierto en 1897 como restaurante, se había transformado también en un hotel familiar. Precisamente el próximo fin de semana estaba previsto que se celebrara en este lugar ahora devastado la 50ª edición de una feria dedicada a ese plato típico de pasta, atrayendo a un buen número de turistas en pleno periodo estival.
Patrimonio histórico y naturaleza
Junto a estos dos pueblos, ubicados en la región de Lacio, Norcia -en Umbria- también se ha visto afectado por el terremoto y es conocido por su historia -hunde sus raíces en el Neolítico y el Imperio romano-, su arquitectura y la práctica del montañismo y la caza. De allí, por ejemplo, son famosos productos gastronómicos como las salchichas y el jamón hechos de jabalí y de cerdo.
Además del patrimonio histórico, estas localidades están ubicadas en un paraje natural único, concretamente en el parque nacional de los Montes Sibilinos y el del Gran Sasso y montes de la Laga, un destino de interés para quienes desean disfrutar de la montaña y los lagos en Italia.
La mayoría de los fallecidos en esta ocasión eran veraneantes y hay muchos niños entre las víctimas, que eran personas que pasaban los meses estivales en las casas familiares y huyendo del calor romano. Burgos medievales como Illica, Arquata y Pescara del Tronto, conocidos por su belleza, han quedado gravemente afectados.
Por ello, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, con la experiencia de lo que ocurrió en L'Aquila, aseguró el miércoles: "Queremos una reconstrucción verdadera para que los habitantes de estos pueblos puedan seguir manteniendo su comunidad y conserven el pasado de estas localidades, un pasado maravilloso que no puede quedar perdido".
El alcalde de Arquata del Tronto, pueblo prácticamente en el suelo, afirmó que los habitantes de este pequeño pueblo desean "que sus casas sean reconstruidas donde estaban", y subrayó: "Arquata es un monumento histórico con sus casas del 'Cinquecento'(siglo XV) y que tendrá que ser el símbolo del renacimiento. También Pescara del Tronto tiene su historia. La gente quiere quedarse aquí".