El precio del gasóleo y la gasolina repunta por segunda semana consecutiva

• El litro de gasolina se vende de media en España a 1,145 euros
• Por su parte, el gasóleo cuesta de media 1,023 euros, un 2% más
• Consulte la evolución del precio del petróleo y de los combustibles

Un automovilista repostando.

El precio medio del gasóleo y de la gasolina se ha encarecido en España por segunda semana consecutiva, después los mínimos del verano marcados a las puertas del puente del 15 de agosto, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE).

En concreto, el litro gasolina se vende de media a 1,145 euros, tras haber subido un 1,2% con respecto a la pasada semana y un 0,9% más que al inicio del mes. Desde principios de año, este carburante se ha encarecido un 0,35%.

Por su parte, el gasóleo cuesta de media 1,023 euros, un 2% más que hace siete días y un 0,8% en lo que va de agosto. Hace dos semanas llegó a estar por debajo del euro. Este combustible acumula un encarecimiento acumulado del 1,69% desde principios de año.

A pesar de ello, la gasolina y el gasóleo son todavía un 8,5% y un 6,6% más baratos, respectivamente, que hace un año.

Así, el llenado de un vehículo con un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta en la actualidad 62,9 euros. En el caso del gasóleo, asciende a 56,2 euros.

Sube el precio del petróleo

Este repunte en los precios de los carburantes de las últimas semanas coincide con la subida en la cotización del crudo, con el barril de Brent, de referencia en Europa, alcanzando a finales de la pasada semana los 51 dólares. Actualmente, se intercambia a casi 49 dólares.

Los carburantes son más baratos en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,283 euros y en 1,322 euros, respectivamente. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,13 euros de media en la UE y 1,118 euros en la eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal en general.