Civiles sirios y milicianos comienzan a abandonar el feudo rebelde de Daraya tras cuatro años de asedio
- La ciudad se encuentra asediada desde 2012 por el ejército gubernamental
- En junio, el ejército de Asad permitió entrar a un convoy humanitario
El primer grupo de civiles y combatientes de la población rebelde de Daraya, a las afueras de Damasco, ha salido este viernes de esta ciudad de Siria bajo la supervisión de la ONU y la Media Luna Roja Siria, después del acuerdo alcanzado entre el régimen sirio y los grupos armados de su interior.
Según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los heridos y enfermos están siendo trasladados en ambulancias.
Las facciones armadas de Daraya, perteneciente al Ejército Libre Sirio, pactaron el jueves con el régimen del presidente Bachar al Asad la entrega de la ciudad a cambio de deponer el armamento pesado y de poder abandonarla en dirección a otra zona del país bajo control rebelde.
Asediada y reducida a escombros
De los 80.000 habitantes que tenía antes de la guerra, unas 8.000 personas permanecían aún este verano en Daraya. Es una ciudad simbólica para el bando opositor por ser una de las primeras en rebelarse contra el régimen gubernamental y una de las primeras en ser sometidas a asedio cerrado.
En junio, un convoy de ayuda humanitaria consiguió entrar en la población sitiada. Fue el primero en cuatro años, desde el inicio del sitio militar impuesto por el ejército de Asad en noviembre de 2012.
Este envío de suministros pudo materializarse gracias a la entrada en vigor una tregua de 48 horas propuesta por Rusia y coordinada por Washington y Damasco.
La estrategia del hambre
A pesar de la crítica situación de sus habitantes, de sus peticiones de ayuda, y de las exhortaciones de Naciones Unidas y las organizaciones de Derechos Humanos, el gobierno sirio se ha resistido a permitir la entrada de cualuquier ayuda a la localidad. Algo que no ha sucedido en otras localidades asediadas tras la entrada en vigor del alto el fuego parcial el 27 de febrero.
Más de 4,5 millones de sirios se encuentran bloqueados en zonas asediadas o de difícil acceso en Siria. "Muchos civiles" corren el riesgo de "morir de hambre", advirtió hace tres meses el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, citando entre otras la localidad de Daraya.
La ciudad debió haber recibido un primer convoy de ayuda el 12 de mayo, pero el acceso fue prohibido por el ejército de Asad, según denunció la Cruz Roja. Desde su inicio hace cinco años, la guerra de Siria ha provocado más de 280.000 muertos.