La ONU insta a levantar la restricción al burkini en Francia para evitar la "estigmatización"
- Apoya así la sentencia del Consejo de Estado francés contra la prohibición
- Según la ONU, tiende a "fomentar la intolerancia religiosa y la estigmatización"
- Una treintena de municipios franceses han prohibido el uso de esta prenda
La ONU ha pedido este martes a los municipios franceses que mantienen su veto al 'burkini' que revoquen de inmediato esta medida, de acuerdo a la sentencia del Consejo de Estado -la máxima instancia administrativa en Francia- que la anuló en Villeneuve Loubet, en la Costa Azul.
"Estos decretos no mejoran la seguridad, al contrario, tienden a fomentar la intolerancia religiosa y la estigmatización de personas de confesión musulmana en Francia, especialmente las mujeres", ha subrayado Rupert Colville, portavoz de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos.
Los límites de la libertad personal
"Instamos a todas las autoridades locales que han adoptado prohibiciones similares a que las dejen sin efecto de inmediato en lugar de aprovechar el limitado alcance geográfico del dictamen", ha declarado Colville, .
"Las normas legales sobre vestimenta, tales como los decretos anti 'burkini', afectan de manera desproporcionada a las mujeres y a las jóvenes, limitando su autonomía y negando su capacidad para tomar decisiones sobre su modo de vestir con independencia", ha afirmado.
Según Naciones Unidas, y apelando a las convenciones internacionales de Derechos Humanos, limitar la libertad de las personas para manifestar su religión o sus convicciones, incluyendo la elección de la vestimenta, "no está permitido salvo en circunstancias muy concretas que abarcan la seguridad, el orden, la salud o la moral públicos". Ninguna de esas circunstancias se da en el caso del veto francés al burkini, sostuvo el portavoz.
Prohibir el burkini "no mejora la seguridad"
Colville ha dicho que puede entenderse perfectamente el dolor y la rabia causadas por los ataques terroristas ocurridos en Francia en los últimos meses, pero garantizó que los decretos impuestos en decenas de localidades costeras del país prohibiendo el atuendo musulmán "no mejoran la seguridad".
"Al estimular la polarización entre comunidades, este tipo de ropa de baño sólo ha aumentado las tensiones y puede hacer daño a los esfuerzos para prevenir el extremismo violento", alertó.
Desde el punto de vista de la ONU, las personas que utilizan burkinis o cualquier otro tipo de atuendo de similar naturaleza no pueden ser acusadas por las reacciones violentas de otras personas.
Violencia versus hábitos en el vestir
Uno de los últimos sucesos de este tipo tuvo lugar este fin de semana en la región de París, cuando un hombre pidió a dos mujeres musulmanas que abandonaran su restaurante tras llamarlas "terroristas". Ello atrajo la atención de otros musulmanes que acudieron al establecimiento a increparle su actitud.
"Cualquier medida pública debe dirigirse a aquellos que incitan a la violencia y no contra mujeres que simplemente quieren caminar por la playa o bañarse con una ropa con la que se sienten cómodas", ha señalado la Oficina de Derechos Humanos.
Se estima que una treintena de municipios mantienen por el momento su veto al burkini, pese a la decisión del Consejo de Estado, que ha sentado jurisprudencia.