La defensa de Pablo Ibar presenta una apelación contra el fallo del juez que le negó la libertad condicional
- El Estado contrata los servicios de un experto para echar por tierra los argumentos de un psicólogo
- El español está a la espera de juicio en EE.UU. después de la anulación de la condena a muerte
La defensa del español Pablo Ibar, a la espera de juicio en Estados Unidos después de la anulación de la condena a muerte impuesta en 2000, ha presentado un recurso de apelación contra la decisión de un juez que le negó la libertad condicional, han señalado este jueves a Efe los abogados.
"Hemos presentado un recurso extraordinariamente bien elaborado ante un tribunal de apelaciones y creo, si la ley se sigue, que lograremos" que se le conceda a Ibar la libertad bajo fianza, ha dicho a Efe Joe Nascimento, del equipo de letrados que dirige el abogado Benjamin Waxman.
Nascimento ha hecho estos comentarios a la salida de la audiencia de este jueves, en la que los abogados de Ibar, de 44 años, y la Fiscalía debatieron ante el juez encargado del caso, Raaj Singhal, sobre la moción de la defensa que pide la exclusión del testimonio de un testigo, Gary Foe.
Echar por tierra los argumentos de un psicólogo
Uno de los motivos de intercambio áspero entre los fiscales y la defensa se produjo tras conocerse que el Estado ha contratado los servicios de un experto para echar por tierra los argumentos de un psicólogo que, en una declaración jurada, aseguró que los procedimientos de reconocimiento seguidos por la Policía fueron un "cúmulo de irregularidades" en el caso de Foe.
"Ellos (los fiscales) intentan traer un experto con una opinión diferente a la de nuestro psicólogo, Ronald Fisher, profesor de la Universidad Internacional de Florida (FIU)", un académico, ha resaltado Nascimento, "muy respetado y que declarará ante el tribunal".
Foe testificó en el juicio que concluyó en 2000 con la condena de Ibar a muerte que en 1984, cuando se produjo el triple asesinato, vio a dos hombres saliendo de la vivienda donde fueron asesinados Casimir Sucharski, dueño de un club nocturno, y las dos modelos que estaban con él, Sharon Anderson y Marie Rogers.
En una rueda de reconocimiento fotográfico y en otra física previa al juicio, Foe, vecino de Sucharski, identificó a Ibar como uno de los dos hombres a los que vio saliendo de la vivienda a primeras horas de la mañana en el automóvil del asesinado.
Pero Fisher, en su declaración jurada, subrayó que los procedimientos utilizados por la Policía afectaron psicológicamente a Foe, al "sugerirle innecesariamente", y eso condujo a la "falsa identificación" de Ibar como la persona que vio, explicó el letrado.
Según la defensa de Ibar, "fuese hecho a propósito o por accidente", lo cierto es que la forma en que se realizaron las ruedas de reconocimiento por la Policía causó que Foe identificara a Ibar "falsamente".
El magistrado Singhal, que se mostró en la vista judicial partidario de agilizar el proceso, fijó para el 20 de septiembre una nueva conferencia de seguimiento en la que se verificarán diferentes puntos relativos a la moción de supresión del testimonio de Foe.
En cuanto al recurso presentado ante el Tribunal de Apelaciones, Nascimiento se ha mostrado "confiado" en que Ibar pueda acogerse pronto a los beneficios de la libertad bajo fianza, de los que, ha afirmado, el español "es merecedor objetiva y legalmente".
La defensa, por otra parte, continuará argumentando ante el juez Singhal por qué se tiene que suprimir el testimonio de Foe y por qué no existe ninguna confianza en el proceso y se trata de la prueba menos fiable de identificación.
No obstante, la defensa es consciente de que la Fiscalía intentará desacreditar el dictamen del experto de la defensa con argumentos tales como su falta de cualificación o nivel de educación científica.
El primer juicio contra Ibar, celebrado en enero de 1998, fue declarado nulo, al no haber unanimidad en el jurado. En el segundo juicio, en 1999, su abogado de oficio, Kayo Morgan (fallecido hace dos años), fue arrestado por golpear a una mujer embarazada y fue suspendido.
Y en el tercer juicio, en el año 2000, en el que Ibar no contó con un testigo capital, su madre, María Casas, fue condenado a la pena capital por la recomendación del jurado de 9 votos a favor y 3 en contra.
Ni las huellas dactilares recogidas en el lugar del triple homicidio, ni las muestras de pelo ni las de ADN coinciden con las de Ibar, quien siempre ha mantenido su inocencia.