Duterte y Obama se reúnen brevemente en Laos tras su incidente diplomático
- Ambos mandatarios han conversado durante dos o tres minutos
- El desencuentro frustra una esperada cumbre entre ambos países
- Duterte expresó el martes sus disculpas por el insulto
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, se han reunido este miércoles brevemente en Laos después del sonado incidente diplomático en el que el mandatario asiático llamó "hijo de puta" al norteamericano .
Según han confirmado a EFE fuentes del Ministerio de Exteriores de Filipinas, Duterte y Obama han conversado durante dos o tres minutos poco antes de la cena de gala que se celebró esta noche en el marco de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, han indicado medios locales.
En el corto encuentro, Duterte y Obama pudieron "limar asperezas", ha concretado a la prensa el portavoz del Ministerio de Exteriores filipino, Charles Jose.
Un encuentro "al caer"
Las autoridades filipinas ya señalaron durante este miércoles que existía la posibilidad de una reunión "informal" entre ambos mandatarios durante la cena, y que Obama estaría situado al lado de Duterte en la mesa, aunque finalmente se situaron separados.
La conversación entre ambos mandatarios se produce después de que Obama cancelara la reunión que debía mantener con Duterte en Laos tras los insultos del filipino en una comparecencia en Manila el pasado lunes antes de volar hacia la cumbre en Laos.
"Putang ini, mumurahin kita diyan sa forum na iyan" ("hijo de puta, te maldeciré en el foro", en tagalo), dijo Duterte sobre Obama, en respuesta a las críticas del estadounidense por la polémica guerra contra la droga iniciada por el presidente filipino el pasado julio y que ha causado más de 2.500 muertos.
Las disculpas de Duterte
Tras el claro gesto de distanciamiento de Washington, Duterte dijo el martes que lamentaba que sus insultos se hayan "entendido como un ataque personal hacia el presidente de EEUU", y expresó su "profundo aprecio y afinidad" por Obama.
Filipinas es uno de los principales aliados de EEUU en esta región del Pacífico donde Obama ha reorientado la política exterior de Washington para contrarrestar el auge de China.
En los últimos años EE.UU. ha reforzado la cooperación militar con Manila, que se disputa con Pekín la soberanía de varios islotes del mar de China Meridional.
La cancelación del que iba a ser el primer encuentro entre Obama y Duterte ha supuesto un importante varapalo a las relaciones diplomáticas entre EE.UU. y Filipinas.
Ambos países son históricamente aliados pero sus nexos se han degradado desde los comicios del pasado mayo, en que Duterte fue elegido nuevo presidente filipino.