Xoaquín Fernández Leiceaga, un economista para buscar el cambio y evitar el 'sorpasso'
- El candidato del PSdeG lucha por liderar la alternativa al PP en Galicia
- Toma las riendas de un partido sacudido por la crisis interna
- La suerte de los socialistas gallegos podría 'exportarse' como ejemplo a Madrid
Xoaquín Fernández Leiceaga (Noia, A Coruña, 1961) es un candidato debutante con una misión complicada. Elegido apenas cuatro meses antes de las elecciones gallegas del 25S en unas primarias frente a un único oponente, es el aspirante al Gobierno gallego tras una grave crisis del partido con la dimisión el 18 de marzo de su último secretario general, José Ramón Gómez Besteiro, investigado en dos causas judiciales diferentes, y la creación de una gestora encabezada por Pilar Cancela.
Xoaquín Leiceaga, al que sus allegados llaman 'Xocas', ni siquiera fue el más votado en las primarias en dos de las provincias gallegas, Ourense y Pontevedra, pero ahora le corresponde hacer que su partido llegue "enchufado" y listo para optar a desbancar a Feijóo de la Xunta y quedar por delante en su mano a mano con las pujantes Mareas, nuevas protagonistas del tablero político en Galicia desde su irrupción en las municipales de mayo de 2015.
El ahora cabeza de lista del PSdeG, doctor en Economía y profesor de economía aplicada en Santiago, ha sido concejal del Ayuntamiento de Santiago de Compostela y diputado del Parlamento gallego de 2005 a 2012 -hasta la derrota del bipartito-, y durante un año fue portavoz del grupo parlamentario socialista gallego. Reincorporado a la vida académica, no fue hasta 2014, con Gómez Besteiro al frente del PSdeG, que Leiceaga fue requerido como asesor económico del secretario general.
Gran colaborador del expresidente Emilio Pérez Touriño durante su primera etapa parlamentaria, el reto que afronta ahora es evitar que el PSdeG caiga a la tercera posición en las elecciones autónomicas y que se repita así un 'sorpasso' como el protagonizado en 1997 por el BNG -formación a la que perteneció hasta 2002-.
Cómo le describen
Casado y con dos hijos, es notable su prestigio en el ámbito académico. En 2015 debutó en la narrativa gallega con Agosto de memoria e morte, una novela negra sobre el Santiago de la década de los 70 y la Noia del año 36.
Es, además, un lector empedernido que sus allegados definen como "una persona bastante discreta" y "bastante normal".
Poco amigo del enfrentamiento, prefiere llamar a la unidad. Tanto es así que apenas ha respondido a las duras críticas lanzadas contra su equipo por parte de su rival en las primarias, José Luis Méndez Romeu, quien llegó a describir su candidatura como la del "problema interno".
Esta actitud de Leiceaga responde, según algunos de los que le acompañaron en este proceso, a su preferencia por la "retranca" antes que por el ataque directo y a que "realmente" cree que toca poner fin a la guerra interna, intensificada en la elaboración de las listas a estos comicios con el sector liderado por el alcalde de Vigo, Abel Caballero.
Qué mensajes escucharemos de Leiceaga en campaña
Consciente de que una de las causas del 'sorpasso' en la década de los 90 no sólo fue el perfil de Xosé Manuel Beiras -quien hoy es uno de los principales referentes de las mareas- sino también la precaria situación interna del PSdeG, en su campaña no ha parado de lanzar apelaciones a la unidad. Y, por supuesto, cambio: "Unha resposta nova" ("Una respuesta nueva") es el lema de su campaña.
¿Por qué los gallegos tienen que votarle?
Como hizo Leiceaga en el vídeo de lanzamiento de su candidatura, el mensaje clave del PSdeG invita textualmente a cambiar las políticas de recortes, de estancamiento social y económico y de "deterioro" de los servicios públicos, un "nueva política" "que modernice nuestro sistema económico, que integre mejor un sistema social, que combata la pobreza y que permita que los servicios públicos sean accesibles para todos en buenas condiciones".
¿Qué espera de estas elecciones?
Casi antes que el PP, En Marea se perfila como el rival a batir, tras superar a los socialistas gallegos en votos tanto en las últimas generales como en varias ciudades en las municipales del pasado año. Frente a este duelo, la estrategia de Leiceaga no ha sido la oposición frontal, sino la diferenciación política, dejando claro que es el PP el auténtico adversario de su partido.
Aunque muchos ojos miran al País Vasco para facilitar la investidura de Rajoy, Galicia podría servir de "ejemplo" de una alternativa de izquierdas al PP, o, por el contrario, del debilitamiento de Pedro Sánchez si el PSdeG no derrota a Feijóo o termina superado por En Marea.