Enlaces accesibilidad
Crisis de los refugiados en Siria

Los 75.000 olvidados en el desierto de Siria, cementerios de refugiados visibles desde el cielo

  • Al menos 75.000 refugiados viven y mueren en la frontera de Siria y Jordania
  • AI denuncia que llevan dos meses sin recibir ayuda humanitaria
  • La zona conocida como "la berma", en el desierto, recibe miles de refugiados
  • La sobrecarga fuerza el cierre de fronteras en países vecinos a Siria

Por
Imagen de una tienda de campaña improvisada en la zona de Hadalat en la frontera sirio jordana tomada en 2014
Imagen de una tienda de campaña improvisada en la zona de Hadalat en la frontera sirio jordana tomada en 2014

La zona es conocida como "la berma". A vista de pájaro, fotografiada desde un satélite, es una mancha que crece en la monotonía del desierto fronterizo entre Siria y SiriaJordania. La imagen ampliada revela precarios asentamientos, un amontonamiento creciente de toldos, chozas y personas, miles de personas, hasta 75.000 refugiados, denuncia Amnistía Internacional (AI).

Han pasado allí tanto tiempo y en condiciones tan terribles que han generado una superficie de cementerios y enterramientos que crece a la misma velocidad que el espacio que ocupan los vivos. La miseria de estas zonas, campos de refugiados en la tierra de nadie, se ha convertido en una visión inédita de la tragedia siria.

"Llevan prácticamente dos meses sin recibir ayuda humanitaria", ha declarado AI en un informe difundido este jueves. Testimonios recientes recabados por la organización describen un panorama desesperado: "Se está acabando la comida y abundan las enfermedades. Algunas personas padecen o incluso mueren de enfermedades prevenibles, sólo porque no les permiten entrar en Jordania y las autoridades han bloqueado el acceso a la ayuda humanitaria”.

La ayuda humanitaria a quienes están en la berma, que ya era limitada, cesó por completo cuando las autoridades jordanas cerraron los pasos fronterizos de Rukban y Hadalat después de un ataque mortal el 21 de junio en el que murieron siete guardias de fronteras. Desde entonces, sólo se ha hecho una entrega de ayuda alimentaria a principios de agosto, para las más de 75.000 personas atrapadas allí.

Estas dos imágenes superpuestas del desierto muestran la evolución del hacinamiento de refugiados en "la berma" entre 2015 y 2016:

Morir en el desierto, alternativa a la guerra

“Ha muerto mucha gente [...] Repartieron sólo arroz y lentejas y un kilo de dátiles secos, pero era para todo el mes, no nos dieron más que eso. Los ánimos de la gente en Rukban están bajo cero", explica a la organización Abu Mohamed, que lleva cinco meses viviendo en el campo de Rukban.

Las autoridades jordanas han prohibido a las agencias de ayuda el acceso a la zona fronteriza y estas se ven obligadas a pasar los suministros con grúas y la situación se ha deteriorado mucho desde el ataque del 21 de junio, especialmente "la de los niños", apunta Mohamed a AI.

Fuentes humanitarias indican que desde junio ha habido al menos 10 muertes por la hepatitis. Según testimonios recogidos por AI en Rukban, entre los fallecidos hay niños que sufrían ictericia, que es consecuencia de la hepatitis.

Niños sirios sentados en el campamento de refugiados de Azraq, en el norte de Jordania

Niños sirios sentados en el campamento de refugiados de Azraq, en el norte de Jordania KHALIL MAZRAAWI

Desde el 21 de junio ha habido al menos nueve muertes relacionadas con partos, apunta la ONG, que señala que muchas mujeres embarazadas no tienen posibilidad de atención sanitaria.

Otras enfermedades prevalentes que se están propagando en el campo son las infecciones respiratorias, la deshidratación, la leishmaniasis y la diarrea.Es difícil verificar el número total de fallecimientos dada la falta de acceso a la berma.

Las puertas se cierran a los refugiados

La situación en "la berma" expresa "el fracaso del mundo a la hora de compartir la responsabilidad de la crisis global de refugiados", afirma Tirana Hassan, directora del Programa de Respuesta a las Crisis de AI. El efecto de este fracaso ha sido que muchos vecinos de Siria cierren sus fronteras a las personas refugiadas”, subraya.

La acogida de refugiados ha sobrecargado gravemente los recursos de los países vecinos de Siria, incluida Jordania, que alberga a 650.000 personas refugiadas. Para aliviar la situación, Amnistía Internacional ha pedido a los líderes mundiales compromisos concretos para acoger su porcentaje de refugiados asignado en los acuerdos firmados.

Las autoridades jordanas han alegado en reiteradas ocasiones los motivos de seguridad como razón para cerrar la frontera, lo cual ha interrumpido las operaciones humanitarias en "la berma". Ahora, la ONU está negociando con las autoridades jordanas planes para desplazar los puntos de reparto de ayuda humanitaria unos 2 kilómetros dentro de la tierra de nadie, lejos de la frontera jordana, creando una zona temporal de seguridad para permitir que se reanuden las operaciones humanitarias.

El difícil protagonismo de Jordania

El ministro de Estado para Asuntos de Medios de Comunicación de Jordania, Mohammed al Momani, ha dicho a Amnistía Internacional que la zona situada en torno a "la berma" se está “convirtiendo en un enclave de Daesh (acrónimo árabe de Estado Islámico”.

Aunque ha reconocido que la situación humanitaria en el lugar es difícil y afirmado que Jordania está dispuesta a asumir su parte de responsabilidad, también ha pedido a la ONU y a la comunidad internacional que asuman su parte en la ayuda a las personas refugiadas asentadas en ese área.

Jordania había acogido a las personas refugiadas de Siria a través de sus fronteras y realizado rigurosos procesos de cribado e inscripción antes de permitir su entrada en el país. Las autoridades pueden usar estos procesos de nuevo para abrir sus puertas a los refugiados que huyen del conflicto en Siria, al mismo tiempo que garantizan la seguridad.

Y "la berma" sigue creciendo

Las imágenes de satélite obtenidas por Amnistía Internacional (reproducidas anteriormente) muestran que desde octubre de 2015 la densidad de la población cerca de los dos campos informales fronterizos de Rukban y Hadalat ha aumentado de forma significativa.

Aunque el número de personas refugiadas en Hadalat disminuyó ligeramente tras la interrupción de la respuesta humanitaria en junio y los ataques aéreos rusos en las proximidades de julio, en general hay un aumento constante del número de refugiados en "la berma". En Rukban, el número total de alojamientos aumentó de sólo 368 hace un año a 6.563 a finales de julio de 2016, y recientemente, en septiembre de 2016, a más de 8.295.

Esta espectacular afluencia de personas pone de relieve el hecho de que en los últimos meses, miles de personas han seguido huyendo del conflicto en Siria, donde se están cometiendo a diario crímenes de guerra y otras violaciones graves.