Decimocuarta jornada de protestas en Francia contra la reforma laboral del Ejecutivo de Hollande
- Ha habido más de un centenar de marchas en todo el país
- La de París reúne a entre 12.500 y 13.500 personas, según la Policía
- Se han producido paros en sectores como el transporte o la televisión
Francia ha vivido un nuevo día de manifestaciones contra la reforma laboral del Ejecutivo de François Hollande. Se trata de la decimocuarta jornada de protestas desde el mes de marzo y, según algunas organizaciones sindicales, será la última antes de trasladar las reivindicaciones a los tribunales y las empresas.
La oposición a la reforma ha estado encabezada de nuevo por la Confederación General del Trabajo (CGT), que ha reclamado la derogación de esa ley adoptada en pleno periodo estival y que en su trámite parlamentario evitó el debate y el voto de los diputados.
Se han sucedido unas 169 manifestaciones en todo el país, acompañadas de paros en sectores como el transporte o la televisión, las cuales han intentado mantener viva la oposición de los trabajadores, después de que la protesta precedente del 5 de julio apenas llenara las calles. Ese día, 30.000 personas se manifestaron en toda Francia, según la Policía, lejos de las 390.000 y 1,2 millones que según fuentes policiales o sindicales, respectivamente, se congregaron en la mayor congregación hasta la fecha, el 31 de marzo.
En cuanto al balance de la cita de este jueves, 78.000 personas han protestado en todo el país, según las autoridades, y de ellas unas 13.000 en París, cifras que los sindicatos han elevado a 170.000 y 40.000, respectivamente.
"Ha habido altibajos y mucha presión exterior sobre los que querían actuar, pero al mismo tiempo unidad sindical. Desde el primer día he oído decir que la unidad no iba a durar, pero todavía estamos aquí", ha dicho antes de la marcha el líder de la CGT, Philippe Martinez.
En París, el trayecto se ha limitado a los dos kilómetros que separan las plazas de la Bastilla y de la República, y ha estado vigilado por 1.200 policías y gendarmes. Como en otras ocasiones, el despliegue no ha podido evitar unos altercados que se han saldado con al menos nueve detenidos, el habitual lanzamiento de cócteles molotov y gases lacrimógenos, y al menos un manifestante y cinco policías heridos. También se han producido altercados en Nantes, Rennes, Rouen, Grenoble, Toulouse y Montpellier.
Según el Ministerio del Interior, la jornada se ha saldado con 15 policías y gendarmes heridos en todo el país, dos de ellos graves, y 62 detenciones. El comunicado oficial no ha precisado el número de heridos entre los manifestantes. Desde el inicio de las protestas sindicales el pasado marzo, 620 agentes han resultado heridos, ha añadido el ministerio.
La CGT no cierra la puerta definitivamente a nuevas protestas en las calles, pese a que no se ha fijado aún ninguna nueva reunión intersindical, pero el segundo mayor sindicato de los convocantes, Fuerza Obrera (FO), ha avanzado que se centrará en el terreno jurídico y empresarial ya que su intención es solicitar un dictamen de constitucionalidad sobre algunas de sus disposiciones más polémicas y obstaculizar su aplicación dentro de las empresas.
Para el líder de FO, Jean-Claude Mailly, no haber podido evitar la promulgación de esa ley en agosto no debe ser visto como una derrota. Sin la movilización, señala, esa reforma habría sido peor.
Por su parte, el Gobierno, pese al rechazo sindical y ciudadano, no ha bajado los brazos en este tiempo: "Hace falta que el Estado desempeñe su rol y lo ejerza con autoridad para que el mercado pueda ser más eficaz", ha dicho Hollande en una entrevista a la revista Le Débat. La ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, que da nombre a la ley contestada, no se ha mostrado tampoco preocupada ante la anunciada batalla jurídica y desde su gabinete se alega que el trabajo previo se hizo con todo el cuidado necesario para evitar dificultades posteriores.