Ángel Schlesser sin Ángel Schlesser
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“Que no viene Ángel Schlesser”, “Ángel Schlesser no va a estar en el desfile”. Las frases se repetían esta mañana en los pasillos de la MBFWM, la Pasarela Cibeles, ante el asombro de unos y las lágrimas de otros.
El cántabro, que vendió su empresa esta primavera, ha tenido un desencuentro con el nuevo equipo directivo. Sigue vinculado al taller pero esta colección que se ha presentado ahora no lleva su firma.
“Nos hubiera encantado que estuviera con nosotros pero no ha querido”, dice Carmen González, la directora de la firma que Schlesser levantó a finales de los 80 y con la que lleva vinculado a Cibeles desde 1990.
La colección la ha hecho el equipo del taller, el señor Schlesser no ha participado en ella y por eso, por coherencia, no ha querido participar en el espectáculo. No es el primer caso.
Josep Font, Jorge Vázquez, Antonio Pernas, Victorio&Lucchino… han sido varios los creadores que en algún momento de sus carreras se han encontrado –por distintos motivos- sin llevar las riendas de las firmas que crearon, o incluso con la colección ‘secuestrada’ por su socio, el empresario, el que pone el dinero.
Pero el dinero manda y es capaz de enterrar un nombre, una carrera, una vida… Todo lo que sea necesario para que las cuentas cuadren y ahora, según algunos, cuadran.
Tampoco tiene mucha vida la colección que hemos visto sobre pasarela; a pesar de los esfuerzos de la directora que, con una elegancia estoica, ponía énfasis en lo 'resplandecientes' que eran las prendas mientras esquivaba los temas candentes.
“Las prendas se inspiran en las mañanas estivales, en los amaneceres, son envolventes, ligeras, con tejidos dúctiles y vaporosos”, decía. Vemos algún detalle masculino, como las camisas de rayas, y patrones sobrios, de líneas rectas que provocan una silueta limpia. Guiños al diseñador.
Hay vestidos en lamé y destaca una bomber oversized, la prenda estrella para González. “Y los vestidos en Jacquard decorados con hojas”, añade, intentando añadir entusiasmo. No lo ha conseguido. Todos lamentan la ausencia del señor Schlesser y eso se palpa en el ambiente.
“Es una gran pena, confío en que lo van a arreglar”, dice Modesto Lomba.