La fiesta de Ágatha Ruiz de la Prada
- La modista convierte la pasarela en una pool party
- Acaba de participar en la Semana de la Moda de Nueva York
- Ágatha lleva dos años vistiendo a Miley Cyrus
- Rossy de Palma, estrella del show de Andrés Sardá
Desigual presentó su colección en Nueva York y después en Madrid, como aperitivo de inauguración de la MBFWM, la Pasarela Cibeles que cumple 64 años. Y lo mismo ha hecho Ágatha Ruiz de la Prada que, precisamente inauguró la primera edición de esta pasarela, bajo la carpa del circo de Teresa Rabal montada en la plaza de Colón.
Corría 1985 y algo de aquella locura, experimentación y optimismo queda en la colección que la diseñadora presenta ahora. Ágatha, artista polifacética, lo mismo hace un vestido que unas toallas o un césped artificial, que es lo que ha lanzado hoy.
Con este material -ignífugo y ecológico, en la filosofía de Ágatha que además detesta las pieles naturales- ha forrando la pasarela para convertirla en una piscina y celebrar una pool party. Todas las invitadas se han zambullido en su moda con unos gorros de agua que llevaban números, como los jugadores del Waterpolo, haciendo un guiño a los desfiles de los años 50.
Y es a esta fiesta piscinera no hay posado de Ana Obregón porque la estrella es Esther Williams, que tiene más glamour. La diseñadora recrea el estilo hollywoodiense a su manera y propone un bañador-pelota en plata y oro, un bañador con patas e incluso uno para siamesas.
Miley Cyrus es una de sus clientas más famosas y por eso vemos prendas muy atrevidas y locas. Destacan un bañador “con corazones de lentejuelas cosidas como un Paco Rabanne”, cuenta, o un biquini de polipiel con más de 300 corazones unidos”.
Son divertidos los biquinis en pana con copas de ojos y pestañas, los albornoces-capa XXL, los tejidos tubulares que decoran las prendas, los plásticos holográficos, el bañador-pelotas "para bañarse en pelotas" y el estampado de ‘X’ que se recupera ahora, porque no todo es apto para todos los públicos.
Es evidente que les influye vestir a Miley Cyrus. "Claro, sí, pero también nos inspira una exposición y todo lo que ocurre a su alrededor”, dice el responsable de su equipo de diseño. “Esto nos permite recuperar la fiesta, y nuestra iconografía”.
Y es que esta colección se aleja de las anteriores. Es más de imagen, de crear marca. Si antes nos asombró la costura, perfecta, ahora llama la atención esa vuelta a la esencia de Ágatha.
“Es un gustazo no pensar en las ventas, es una maravilla, porque nos permite pegarnos una fiesta en la pasarela y no tener límites”. Fiesta ha habido, regada con la voz de Raffaella Carrà: “… fiesta, que fantástica esta fiesta, con amigos y sin ti”.
Un final perfecto para una novia –en lycra, terciopelo y organza triple de seda- que se ha arrancado el corazón y la cola y deja plantado al novio. “Esta noche me siento contenta, será esta noche, será esta noche; ha aparecido lo que yo esperaba…”