Ion Fiz presenta su colección nº 30
- El diseñador estrena una línea más joven y deportiva
- Fiz utiliza redes de pesca para vestidos de costura
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Ion Fiz se embarca, con alegría, en el crucero de su vida. En él presenta su colección número 30, una de las mejor elaboradas y confeccionadas. Y, a la vez, una de las más juveniles. Al menos los son las primeras salidas, dedicadas a un público –chicas y chicos- de su edad.
Con ellas estrena su segunda línea que tiene una deliciosa caricatura del modisto en el que se le ve retrata sin expresión pero con un metro de medir al cuello, unas tijeras en el bolsillo y un acerico cuajado de agujas en la mano. No es un retrato de la persona, es un retrato de su oficio.
La línea joven, que sale a la venta el lunes, utiliza esta ilustración como logo y lo vemos en camisas, sudaderas, polos y bolsos. Es divertida, deportiva y fácil de llevar, lo que indica que será fácil de vender.
La segunda parte del desfile sube de tono y se centra en los vestidos de cóctel, su fuerte, aunque ahora vienen más rebajados, más informales; dentro de un orden, su orden.
Juegos de asimetrías se tiñen de negro, plomo y blanco. El denim se trabaja con acierto en blusas de mangas deshilachadas, fabulosas, y en vestidos de tarde. Su bandera de tejidos es extensa y se juega con las texturas.
Vemos tejidos metalizados que se cubren con redes y algodones encerados. También, detalles de origami que decoran distintos tipos de prendas, abrigos que descubren el hombro con bolsillos de media luna y bañadores que se pueden usar como bodies.
]Ion Fiz juega con las aplicaciones de oro y plata en faldas que rejuvenecen con polos deportivos y utiliza fantásticos botones de los años 20 que ha comprado en su último viaje a París.
Llama la atención un vestido de noche. “Está realizado con una red de pescar de verdad que me han enviado de Fuenterrabía y no sé si se puede cortar bien pero la he bordado con pequeños detalles y piezas de nácar”, desvela.
Un capricho de autor y espera que se convierta en el capricho de una clienta. Pero se le salen los ojos con el vestido de novia, del que dice que parece una medusa. Un diseño sofisticado aunque Fiz le añade bolsillos y restarle seriedad.
Serio se ha puesto cuando ha salido a saludar y le ha regalado una rosa a Elio Berhanyer. Un gesto de cariño y respeto al maestro.