Maria Ke Fisherman se desmarcan a toda pastilla
- Víctor y María rinden homenaje a las monjitas que tejen sus diseños
- El dúo obtuvo el Premio Nacional de Moda en 2016
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Llevan casi cuatro años trabajando con las monjas carmelitas de un convento de clausura de Huelva. O mejor dicho, ellas trabajando para ellos. Por eso el dúo María Ke Fisherman quieren hacerles un cálido homenaje.
“Nos apetecía mucho porque nos han ayudado todo este tiempo”, dice Víctor Alonso mientras María Lemus última detalles del desfile. “Hemos ideado una historia de una monja de un convento de Tucson que oye la llamada divina y sale a la calle para ayudar a almas en pena y se monta en un camión de ocho o doce ejes y recorre Arizona”.
Este guion de película se transforma en prendas que mezclan la gráfica de esos monstruos sobre ruedas con una silueta monacal. “El punto realizado en Huelva ahora se tiñe con color, antes era más plano”.
Dice que han trabajado mucho el corte, que es “más enfilado” y que contrasta con esa silueta túnica, de convento. Las lonas de los camiones inspiran prendas con cremallera y destacan los vestidos ceñidos al cuerpo, con punto elástico, que se colorean con verde militar.
También llama la atención el soberbio trabajo a mano en mantas que se llevan como abrigo. “Son de Jacquard con efecto fotográfico pero en realidad son puntos pixel, no está impreso, aunque lo parece”.
Ese es su fuerte: hacer de lo difícil algo sencillo, moderno y actual. No faltan las sudaderas, más asequibles, y las camisetas con fotografías de camioneros japoneses. “Son muy fuertes, llevan lámparas de araña de cristales en la cabina”.
La silueta que manda es la del hábito pero hay pantalones de un patrón complejo que estilizan la figura, chaquetas cañeras de polipiel y botas de New Rock con el tacón en llamas. Y todo pasa delante de nuestros ojos como en una película de Tarantino, a toda velocidad. La misma que llevan ellos en esta profesión y que les hace desmarcarse de lo convencional, lo obsoleto, lo aburrido.
Pero el tiempo de la pasarela no se corresponde con el tiempo de creación. “Llevamos seis meses haciendo la colección, está muy trabajada”, dice Víctor. “Hay prendas de confección compleja y otras que son demi-couture.
María Ke Fisherman han recibido este año el Premio Nacional de Moda que concede el Ministerio de Industria, un galardón que reconoce la valía de su firma, su talento joven y sobre todo sirve para tenerlos muy en cuenta en el panorama de la moda española.