Aparece decapitado un bisonte de la reserva valenciana de Valdeserrillas
- Cinco ejemplares de la manada, con síntomas de envenenamiento, han mejorado
- Agentes del Seprona han hallado una bola que podría llevar veneno
- Aún hay tres bisontes que se encuentran en paradero desconocido
El macho alfa de la manada de bisontes de la Reserva de Valdeserrillas, de 800 kilos, ha sido encontrado decapitado. Quien lo mató se llevó además la cabeza del animal, ya que no ha sido encontrada. Otros cinco ejemplares de la manada se encuentran enfermos con diarreas, presuntamente con síntomas de envenenamiento, aunque han mejorado durante la mañana de hoy y ya se encuentran estables.
Así lo ha relatado a EFE el gerente y director técnico de la reserva, Carlos Álamo, quien ha explicado que, desde que halló el pasado viernes a este animal muerto y decapitado, tres de los otros ejemplares de la reserva están en paradero desconocido. Ahora, el equipo de la reserva de Benagéber se encuentra a la espera de una investigación de la Policía autonómica y del Seprona, que esta mañana están trabajando en el lugar.
Los agentes del Seprona que se han hecho cargo de la investigación han hallado en los alrededores de la finca una bola que podría llevar veneno y que podría ser la causa de la enfermedad de la manada. Los esfuerzos se centran en encontrar a los ejemplares desaparecidos y en esclarecer los "orígenes y causas" del suceso.
Asimismo, se ha desplazado hasta la reserva un veterinario de caza y pesca de la Conselleria de Sanidad para practicar una necropsia al bisonte hallado muerto, si bien Álamo duda de que se puedan encontrar pruebas, dado que el animal murió entre el martes y el viernes de la semana pasada.
En cuanto a la hipótesis del envenenamiento de agua, que podría ser la causa de la enfermedad del resto de la manada, el gerente del espacio natural ha manifestado que no hay ninguna novedad, si bien el Seprona "mandó muestras a Madrid" para su análisis.
En cuanto a los cinco animales restantes, Álamo ha explicado que se encuentran "mejor" y "estables", y ha añadido que su prioridad es "que coman y beban" y, sobre todo, "mantenerlos vivos".. Por ello, el Seprona investiga si fueron envenenados a través del agua o mediante comida. Las muestras de agua para determinar la causa de la muerte se recogieron el sábado y fuentes de la Guardia Civil han dicho que "aún están en investigación".
El director de comunicación de la reserva, Rodolfo Navarro, ha explicado que el pasado martes en el seguimiento diario que se realiza a la manada el director del centro, Carlos Alamo, que se encarga de su alimentación y cuidados, detectó que tenían un comportamiento extraño y que había ejemplares desaparecidos.
El viernes, el gerente y director técnico de la Reserva, Carlos Álamo, halló al líder de la manada decapitado tras llevar desaparecido dos días junto a otros tres ejemplares.
No se halló ninguna bala ni en el cuerpo del bisonte decapitado ni en la zona. Por ello, se sospecha que pudo haber sido envenenado dado que era el primero en comer y el que más cantidad ingería y, por tanto, el primero en sufrir los efectos del veneno.
Una manada única
Los ejemplares de esta manada de bisonte europeo (Bison bonasus) llegaron entre junio de 2015 y mayo de 2016 tras dos años de gestiones ante la Unión Europa para poder acoger a estos ejemplares de esta especie en peligro de extinción. Desde Valdeserrillas se lleva a cabo una investigación a nivel europeo de una de las pocas manadas de bisonte europeo que quedan en todo el mundo y la única que coexiste en la vertiente mediterránea.
El proyecto recoge datos sobre su comportamiento tanto individual como en manada, la selección de alimento, refugio o las preferencias de ciertos recursos con los que interactúan con el fin de ayudar a optimizar los esfuerzos de los equipos nacionales e internacionales para preservar los escasos individuos que quedan en el planeta.
Una especie gravemente amenazada
El último ejemplar de bisonte europeo en libertad falleció en 1919 en Polonia y entonces sólo quedaban 12 ejemplares protegidos en diversos zoos. Por ello, cuatro años más tarde, en 1923, se creó la primera Asociación de Bisonte Europeo para tratar de proteger esta especie, que ha logrado, mediante una estricta vigilancia de las dos líneas existentes para evitar que se crucen, que en estos momentos la población haya crecido hasta los 4.000 ejemplares. Sin embargo, siguen siendo una especie débil que enferma con facilidad.