Javier Bardem: "A Bigas Luna le debo una carrera y una mujer"
- El actor coproduce el documental Bigas x Bigas, a partir de los vídeos caseros del cineasta
- Junto a Jordi Mollà recuerdan con cariño y humor al director de Jamón, jamón
Javier Bardem y Jordi Mollà llevan 24 horas bromeando con el acento catalán de Bigas Luna para cualquier cosa que dicen. Los dos actores podrían estar horas recordando infinitas anécdotas con el cineasta catalán sin parar de reír. Ambos iniciaron su carrera hace 26 años con Jamón, Jamón y presentan en San Sebastián el documental Bigas x Bigas realizado a partir del ingente material de vídeo casero que el cineasta grabó entre 2000 y 2007.
Aunque en principio iba a ser un autrerretrato, tras el fallecimiento del cineasta en 2013, fue Santiago Garrido Rua quien hizo el montaje. Bardem decidió coproducir la película. “Me lo propusieron su mujer y Carlos Sans (de Tricicle). Y se ha hecho desde el amor profundo y desde el débito porque fíjate lo que le debo: una carrera y una mujer”, explica el actor, a un reducido grupo de periodistas, en referencia a su participación en Jamón, Jamón junto a Penélope Cruz.
El documental muestra el Bigas íntimo, tan transparente y vitalista como el Bigas público, según los intérpretes. “Era un tío que sabía ir al polígono, a Cannes, echarse una siesta, vestirse, tratar con la gente, hacer películas y escribir”, enumera Mollà. “Absolutamente todo el mundo le quería. ¿Qué persona es esa que se pone irremediablemente a todo el mundo de su lado?”.
Bardem tenía 22 años y Mollà 23 cuando rodaron con Bigas Luna Jamón, Jamón, el primer papel protagonista de ambos. “Podría haber sido traumático: sexo, frío, trabajar con pesos pesados como Juan Diego o Stefania Sandrelli”, recuerda Bardem. “Pero fue fácil, porque era Bigas”.
Bigas x Bigas recorre, a través de conversaciones caseras, cenas y castings, las conocidas obsesiones y símbolos del director: pechos, ajos, animales, sexo, o la España profunda.
“Te pedía cosas para las que había que valer”, dice Bardem al recordar la secuencia de Jamón, Jamón, en la que tenía que introducir un ajo por el ano de un cerdo.
“Estábamos en una pocilga, a las seis de la mañana. Cogía el ajo y para dentro. Y me dice Bigas: Otra. Y yo venga otra vez. Y me dice: No lo veo bien, otra. Y después de siete tomas le digo: mira (Bardem hace el gesto de pasar los dedos por delante de la nariz de Mollà). Y me dijo (Bigas): Ostras, corten. Lo tenemos”. Y Bardem y Mollà estallan en risas.
Aitana Sánchez-Gijón, Leonor Watling, Jorge Perrugoria o Silvia Abascal aparecen y desaparecen en un material que, sobre todo, muestra la sabiduría vital del director.
“Tiene que ver con tocar la tierra, mirar el cielo y sentir el aire. Estamos vivos ¿qué mas queremos?” explica Bardem. “Evidentemente nuestra vida es más fácil que la de mucha gente, pero si tienes suerte de tener una buena vida y reconocerla, desagóbiate. Era una presencia relajante, te quitaba máscaras”.
Bardem ha recordado el arquetípico macho alfa que interpretó también en Huevos de Oro, cartel en cuya película Bigas le retrató agarrándose sus testículos. “Lo más fuerte fue cuando fuimos a París, en Francia la película se llamó Macho, y todos los Campos Elíseos tenían mi foto tocándome los huevos”, recuerda a carcajadas. “Tenía curiosidad por lo hispano visto desde fuera de Cataluña. Le hacía gracia mi chulería madrileña. Lo tomé, lo acepté y se lo agradeceré toda la vida”.
Al final, Mollà acierta a recordar una frase de Bigas Luna como resumen de su filosofía: “Lo difícil, fácil; y lo fácil, difícil”.