El 90% de las emisiones de CO2 no están suficientemente tasadas, según la OCDE
- Un informe desvela que no compensan el daño climático que producen
- El 60% de las emisiones no están sujetas a ningún impuesto
- El estudio se centra en los 34 países miembros de la OCDE y los del G20
El 90% de las emisiones de gases de dióxido de carbono (CO2) de los países más desarrollados no están sujetos a un nivel impositivo suficiente como para que compensen el daño climático que producen, según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El informe, que analiza las tasas que pesan sobre las emisiones de CO2 en los 34 países miembros de la OCDE y los del G20 (países desarrollados y emergentes), concluye que el 60% de las emisiones no están sujetas a ningún impuesto. Y en aquellos casos en los que lo paga, el precio es a la baja, señaló la organización.
El estudio, que se refiere a los países responsables del 80% de las emisiones del planeta, concluye que el daño causado por el cambio climático resultante de una tonelada de emisiones de dióxido de carbono puede situarse, en una estimación muy conservadora, en 30 euros. "Solo el 10% de las emisiones pagan una tasa efectiva igual o superior a los 30 euros por tonelada de CO2", agregó.
El estudio revela que la situación es particularmente preocupante en las emisiones diferentes de las derivadas del transporte por carretera, lo que incluye la industria, la producción eléctrica, los sectores comerciales y residenciales, la agricultura y la pesca. En ese grupo, que supone el 85% de las emisiones en los países estudiados, el 70% no está sujeta a ninguna tasa y solo el 4% paga más de los 30 euros por tonelada.
Fuertes tasas en transporte por carretera
En el transporte por carretera, por su parte, las emisiones están comparativamente sujetas a fuertes tasas, con el 46% de las mismas superiores a los 30 euros por tonelada y solo el 2% totalmente exentas. Pero el informe señala que esos impuestos no responden a motivos de preservación del clima sino a los propios de la tasación de esos combustibles.
El informe sugiere que un incremento de las tasas sobre las emisiones y la introducción de las mismas en aquellos países en los que no existen son un método adecuado para reducir la contaminación. En este sentido, pone como ejemplo los impuestos que existen sobre la producción de electricidad, que de forma general tasan el consumo, lo que no supone un aliciente para acudir a fuentes energéticas menos contaminantes.