Un hallazgo casual apunta a la existencia de un templo de Ramsés II en un barrio de El Cairo
- Arqueólogos egipcios y alemanes descubren bloques y fragmentos de estatuas
- Los descubrimientos forman parte de las habitaciones más recónditas del templo
Arqueólogos egipcios y alemanes han descubierto bloques y fragmentos de estatuas que pueden apuntar a la existencia de un templo del faraón Ramsés II en la zona de Heliópolis, actualmente ubicada en un barrio populoso de El Cairo, ha informado el Ministerio de Antigüedades de Egipto.
El jefe del departamento de Egiptología del Ministerio de Antigüedades, Mahmud Afifi, ha detallado en un comunicado que los restos han sido encontrados por casualidad en el área de Al Matariya, en el noreste de la capital egipcia.
Además, un grupo de grandes bloques ha sido hallado más al sur de los primeros restos y en ellos se ve a Ramsés II ungiendo a una divinidad. El nombre del faraón aparece con la variante muy poco común de Paramessu.
El codirector egipcio del equipo, Ayman Ashmaui, ha explicado en la nota que otros relieves demuestran que Ramsés II fue el que mandó construir el templo. "Confirma la hipótesis de que Ramsés II tenía un especial interés por Heliópolis en las últimas décadas de su largo reinado de 70 años" durante la XIX dinastía (entre 1.295 y 1.186 a.C.). Los recientes descubrimientos forman parte de las habitaciones más recónditas del templo, ha añadido el arqueólogo egipcio.
Por su parte, el codirector alemán del proyecto, Dietrich Raue, ha informado de que también están excavando en el área sureste del recinto del templo. Raue ha explicado que están desenterrando casas y talleres del periodo ptolemaico, cuando los griegos estuvieron presentes en Egipto (332 a.C.- 30 d.C). En este perímetro han sido encontrados amuletos y utensilios de metal.
En esta misma zona se encontraba el templo de Heliópolis, dios del Sol, uno de los mayores de Egipto, del que quedan muy poco vestigios ya que sus bloques y obeliscos fueron saqueados desde la época del Imperio Romano y durante las sucesivas dinastías musulmanas para construir edificios en las antiguas Roma, Alejandría y El Cairo.